Tres Arboles Sueñan
Enviado por Claudiajck • 24 de Febrero de 2015 • 1.561 Palabras (7 Páginas) • 227 Visitas
TRES ÁRBOLES SUEÑAN
Érase una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles amigos que soñaban en grande sobre lo que el futuro deparaba para ellos.
El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y de piedras preciosas. Yo seré el cofre de tesoros más hermoso del mundo".
El segundo arbolito observó el pequeño arroyo en su camino hacia el mar y dijo: "Yo quiero viajar a través de mares inmensos y llevar conmigo a reyes poderosos. Yo seré el barco más importante del mundo".
El tercer arbolito miró hacia el valle y vio a hombres agobiados de tantos infortunios, fruto de sus pecados y dijo: "Yo no quiero jamás dejar la cima de la montaña. Quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se detenga a mirarme, levanten su mirada al cielo y piensen en Dios. Yo seré el árbol más alto del mundo".
Los años pasaron. Llovió, brilló el sol y los pequeños árboles se convirtieron en majestuosos cedros. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo: "¡Qué árbol tan hermoso!", y con la arremetida de su hacha el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un cofre hermoso, voy a contener tesoros maravillosos", dijo el primer árbol.
Otro leñador miró al segundo árbol y dijo: "¡Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mí!". Y con la arremetida de su hacha, el segundo árbol cayó. "Ahora deberé navegar mares inmensos", pensó el segundo árbol, "Deberé ser el barco más importante para los reyes más poderosos de la tierra".
El tercer árbol sintió su corazón hundirse de pena cuando el último leñador se fijó en él. El árbol se paró derecho y alto, apuntando al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba, y dijo: "¡Cualquier árbol me servirá para lo que busco!". Y con la arremetida de su hacha, el tercer árbol cayó.
El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó al taller, pero pronto vino la tristeza. El carpintero lo convirtió en un pobre pesebre para alimentar a las bestias. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni contuvo piedras preciosas. Solo contenía pasto.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero. Pero pronto se entristeció porque no era el mar sino un lago. No había por allí reyes sino pobres pescadores. En lugar de convertirse en el gran barco de sus sueños, hicieron de él una simple barcaza de pesca, demasiado chica y débil para navegar en el océano. Allí quedó en el lago con los pobres pescadores que nada de importancia tienen para la historia.
Pasó el tiempo. Una noche, brilló sobre el primer árbol la luz de una estrella dorada. Una joven puso a su hijo recién nacido en aquel humilde pesebre. "Yo quisiera haberle construido una hermosa cuna", le dijo su esposo... La madre le apretó la mano y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba al niño que apaciblemente dormía sobre la paja y la tosca madera del pesebre. "El pesebre es hermoso" dijo ella y, de repente, el primer árbol comprendió que contenía el tesoro más grande del universo.
TRES ÁRBOLES SUEÑAN
Érase una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles amigos que soñaban en grande sobre lo que el futuro deparaba para ellos.
El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y de piedras preciosas. Yo seré el cofre de tesoros más hermoso del mundo".
El segundo arbolito observó el pequeño arroyo en su camino hacia el mar y dijo: "Yo quiero viajar a través de mares inmensos y llevar conmigo a reyes poderosos. Yo seré el barco más importante del mundo".
El tercer arbolito miró hacia el valle y vio a hombres agobiados de tantos infortunios, fruto de sus pecados y dijo: "Yo no quiero jamás dejar la cima de la montaña. Quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se detenga a mirarme, levanten su mirada al cielo y piensen en Dios. Yo seré el árbol más alto del mundo".
Los años pasaron. Llovió, brilló el sol y los pequeños árboles se convirtieron en majestuosos cedros. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo: "¡Qué árbol tan hermoso!", y con la arremetida de su hacha el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un cofre hermoso, voy a contener tesoros maravillosos", dijo el primer árbol.
Otro leñador miró
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