Tutores y estudiantes en sus nuevos laberintos: sus roles en el pacto educativo del entorno virtual
Enviado por Gustavo Manuel Fresco • 20 de Febrero de 2018 • Ensayo • 1.203 Palabras (5 Páginas) • 182 Visitas
Tutores y estudiantes en sus nuevos laberintos: sus roles en el pacto educativo del entorno virtual
Si un estudiante se frustra al punto de abandonar su cursada y dejar a un costado del camino sus objetivos, el pacto se ha roto. Pero, ¿quién es responsable de esta misión abortada? ¿Quién sale más negativamente perjudicado entre los tres agentes que se conjugan en la educación en línea? Todos ellos. El estudiante, el tutor y la institución educativa.
Según expone Federico Borges en "La frustración del estudiante en línea. Causas y acciones preventivas", los agentes de la formación en línea comprenden que no es suficiente un buen material de aprendizaje, una plataforma tecnológica funcional y un tutor que conozca la materia. Se debe ir más allá de estos recursos, dado que muchos otros elementos pueden influir en la sensación del estudiante sobre su evolución y adecuación al aprendizaje virtual. De allí provienen emociones como el desencanto, el agobio, la desilusión y la frustración que pueden devenir en el abandono de la cursada; hacer más lentos los procesos de graduación; afectar la imagen de la institución educativa y del sistema mismo de la formación virtual como modo válido de aprendizaje; y hasta tener consecuencias económicas aminorando la retribución del docente en línea o perjudicando la financiación de la institución.
El peso de cada agente es fundamental en el camino del aprendizaje. Al ser el estudiante considerado como el centro de este tipo de formación, no son pocas las tareas y actitudes que le atañen: tener destrezas en el manejo de la información y las herramientas digitales; albergar expectativas reales respecto de las materias que cursa (o sea, matricularse responsablemente según el tiempo disponible, el esfuerzo requerido y los conocimientos previos); gestionar sus tiempos y su dedicación con suma responsabilidad para el estudio del modo más eficiente posible según su escenario laboral y familiar; participar proactivamente en los canales de comunicación y hasta aprender a pedir ayuda a los actores indicados.
Sin embargo, el tutor tiene sobre sus hombros una carga importante para alejar al estudiante de las situaciones negativas. Como define el profesor Jesús Cabrera, entrevistado en el programa de radio de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia de España), el rol del tutor es sustancial: es quien diseña el itinerario de la cursada, quien facilita la tarea del estudiante y por sobre todas las cosas, "es quien representa la proximidad, la ayuda, la motivación y la cercanía".
Mediador entre la institución y su bajada de línea académica y los estudiantes virtuales, asegura que su labor demanda una dedicación constante, una enorme exigencia. "Pero no deja de ser gratificante", remarca Cabrera. "Debemos estar próximos a la innovación, activos intelectualmente, adquiriendo competencias de manera continua".
Pero, si alguno de estas responsabilidades del tutor flaquea, el riesgo vuelve. Coincide Borges en que un tutor que da respuestas rápidas mantiene al estudiante motivado y consciente de que dispone de un canal de comunicación abierto con su guía en la formación. Cuanta más cercanía y velocidad de respuesta se perciba, más preguntas quedarán resueltas. Pero, el autor agrega otros elementos fundamentales para alejarse de las frustraciones: un profesor que antes no haya sido alumno virtual puede fallar en las estrategias que debe emplear y hasta en "la interacción y complicidad que necesariamente debe fomentar" en el estudiante.
Además, propone fomentar la interacción y la colaboración, dado que estudiantes y tutores están siendo partícipes de un proceso de construcción y conocimiento (Guitert y Giménez, 2000), en el que se aprende del contenido, del tutor, de las actividades, pero también de la interacción con los compañeros. Pensar a un estudiante en línea como aislado e individualizado podría derivar en una situación problemática.
Javier Martínez, en "El papel del tutor en el aprendizaje virtual", cree en la capacitación permanente (la utilidad del conocimiento que caduca con el tiempo), en el saber hacer más que en sólo saber, y en aprender "de y con otros". Acentúa en este punto la necesidad de un tutor que interactúe en forma real y permanente, y un estudiante que asuma que no debe ser sólo asistente, sino participante de su entorno educativo. Sin embargo, Martínez pone en el mismo escalón al tutor virtual que al profesor de educación presencial, puntualizando únicamente como diferencia que ofrezcan dentro del entorno virtual esa necesaria humanización de cara al estudiante. "Aspectos como relacionarse con los demás, comunicarse efectivamente, funcionar en la compleja sociedad actual o manejar el estrés son cruciales", destaca. "El tutor tendrá dos papeles decisivos: ofrecer feed-back y manejar y reforzar relaciones entre personas". La cercanía resulta sustancial, igual que para Cabrera.
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