Técnicas corporales como herramienta para el autoconocimiento y el autocuidado

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Técnicas corporales como herramienta para el autoconocimiento y el autocuidado.

Técnicas corporales como herramientas para el autoconocimiento y el autocuidado.

        ‘‘Cada uno de nosotros habla, se mueve, piensa y siente de forma distinta, de acuerdo, en cada caso, con la imagen de sí mismo que ha construido con los años’’ (Feldenkrais, 1972).

        En el camino del autoconocimiento surgen eventos y procesos de vida, ya sea de manera física, psicológica y/o espiritual, los cuales, tal como un espejo, al que decidimos o no mirar, nos revelan características de nosotros mismos, positivas o negativas, favorables o desfavorables, las que forman parte del ‘‘ser uno mismo’’, dándole forma al esquema corporal y que nos hace diversos al resto.

        El movimiento refleja de manera característica la personalidad de un individuo, podría reflejar procesos intrapsíquicos, y por lo tanto hablar de los miedos y deseos que hay en cada persona. De acuerdo a las teorías de comunicación, se considera que el lenguaje puede expresarse de manera verbal y no verbal, la segunda evoca aquellas estrategias comunicacionales que utiliza una persona, como la gestualidad (kinésica) y la ubicación del cuerpo en el espacio (proxémica), manifestando códigos que son interpretados como un mensaje según el contexto.

        Es por lo anterior que las técnicas corporales utilizadas en distintos contextos, ya sea en talleres de estudio o en sesiones de rehabilitación, se transforman en una herramienta importante, tanto para el profesional que dirige las sesiones, como para la persona que realiza los ejercicios, puesto que conciben al cuerpo como una herramienta para comunicar y para influir en la plasticidad neuronal, la cual tiene resultados en aspectos motores como cognitivos. Según la técnica de ‘‘autoconciencia a través del movimiento’’ de Moshe Feldenkrais, es posible estimular el cerebro por medio de ciertos movimientos, posiciones y configuraciones del cuerpo, generando efectos en la plasticidad del sistema nervioso, lo que se traduciría en el aprendizaje que adquiere el cuerpo para tomar nuevas posiciones más económicas en cuanto al gasto energético, y en equilibrio con elementos como el instinto, el sentimiento y el pensamiento.

Entendiendo que el uso de técnicas corporales adecuadas nos permite la compresión del lenguaje expresado por el cuerpo, será posible también, por medio de las señales, realizar un feedback para velar por el autocuidado, previniendo enfermedades, posturas erróneas o movimientos inadecuados, entendiendo que el cuerpo y el movimiento nos darán una imagen de cuáles son sus límites y necesidades, para no ser sobre exigido o descuidado, atendiendo a las señales corporales con el fin de mantenerlo en un estado de bienestar y salud equilibrado.  

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