UN RECORRIDO HACIA EL MAESTRO EXCELENTE

UN RECORRIDO HACIA EL MAESTRO EXCELENTE

Autor: Luis María Turbí Pirón

Han existido personas que dotadas de algún conocimiento o sabiduría, entendieron que debían ayudar a los demás a conocer sobre las distintas realidades del mundo en que existimos y nos desenvolvemos.

De ellos, algunos abrazaron la filosofía como forma de conocer la razón y ser de todas las cosas, otros desde la religión creyeron que era más fácil hacer conocer al hombre su relación con un mundo creado desde la acción divina, mientras otros desde las diferentes ciencias, intentaron mostrar que mediante el uso atinado de la razón el método científico, se podía entender más el espacio terrenal en que vivimos.

Muchas de esas personas, proyectaron como maestros lo que el sistema social, político, económico, religioso o cultural de diferentes épocas o momentos de la historia les permitió o les obligo desde su perspectiva idealista hacer.

Era el maestro que desde el feudalismo, hizo ver al rey como el amo y señor de todas las cosas; que desde la Reforma intento cuestionar el poderío de la monarquía religiosa; que desde el Renacimiento, el Enciclopedismo y el Humanismo, intentó convencer a los demás que en los conocimientos científicos estaba la sabiduría; o aquel que desde la filosofía socialista, proyecto la idea de que todo el poder radicaba en el pueblo mismo.

En la época presente, existe una gran lucha tendente a definir el tipo de maestros que se desea tener. El camino a recorrer es el de encontrar un elemento cuya tendencia sea la continua búsqueda de la excelencia en su práctica como docente.

Para esto, se necesita ir del simple maestro que se basa en la creencia tradicional de la enseñanza por métodos conductistas, al maestro que abrazando la ideología moderna tiene gran tendencia y apego por la construcción del conocimiento.

El momento actual requiere de un maestro cuyo centro de importancia no lo constituya la élite de poder, ni las altas instancias religiosas, ni los grupos idealistas dominantes, sino de manera radical el alumno, cuyo interés es el de adquirir conocimientos y competencias necesarias para enfrentarse a la realidad en la que está inmerso día a día.

Este maestro debe tener cualidades, valores, actitudes y aptitudes necesarias que lo hagan ver como el elemento ideal que requiere la educación de nuestros tiempos. Este ser al que nos referimos debe poseer las características siguientes:

Ser un Trabajador Efectivo y Eficaz

El simple hecho de realizar un trabajo implica fuerzas tanto física como mental, pero esto no garantiza obtener buenos resultados y satisfacción en lo que se hace. El buen maestro debe ser efectivo, lo cual significa que debe utilizar bien los recursos que tenga a su disposición para lograr cumplir con el o los propósitos que se haya trazado. Mientras tanto, ser eficaz significará lograr lo propuesto en el tiempo justo y sin contratiempos.

Poseer un Manejo Excelente de las Clases Que Imparte

El buen maestro tiene que explicitar las normas por la que serán regidas cada una de sus clases. En ellas, deben estar bien claras las formas de organizarse, las formas de valorar la disciplina dentro y fuera del aula, los propósitos de cada enseñanza, la manera de relación y cercanía con los alumnos, la higiene y ambientación del espacio escolar, el desarrollo de una cultura de paz, y los límites de la democracia como forma de participación en los diferentes procesos de aprendizajes.

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