Un 15 de agosto a las 12 en punto de la tarde. Hacia buen tiempo bajo los brillantes rayos de luz charlaba contigo sin nada más que hacer y te dije: 15 de agosto
Enviado por Angel Blanco • 15 de Junio de 2017 • Documentos de Investigación • 407 Palabras (2 Páginas) • 257 Visitas
Un 15 de agosto a las 12 en punto de la tarde. Hacia buen tiempo bajo los brillantes rayos de luz charlaba contigo sin nada más que hacer y te dije:
- Sabes, no me gusta mucho el Verano; en ese momento murmuraste mientras acariciabas a un pequeño gato en la plaza donde estábamos, aquel gato huyo de ti y tu lo perseguiste sin dudarlo.
* En ese momento grite fuertemente: ¡ESPERA!
Habías saltado frete al semáforo que cambio su luz a roja cuando de pronto un camión salió de la nada, llevándote lejos y mientras gritabas.
El olor de tu sangre combinado con tu perfume me ahogaba fuertemente entre mi llanto…
- De la nada desperté en mi cama con el sonido de las manecillas del reloj escuche el molesto sonido de las cigarras aún era verano que ironía…
* ¿Qué hora es?
- Cuando me doy cuenta las macillas del reloj marcaban las 12 de la mañana del 14 de agosto hoy era el día que debía reunirme contigo:
* Oye, ayer vi como caminábamos en este mismo parque en un sueño fue algo extraño.
+ ¿De verdad, lo dices enserio?
Que locura quizás fue alguna premonición o algo bueno igual no creo mucho en esas cosas…
- En lo que yo te respondo:
* ¿Si mejor nos vamos ya a casa?
- En ese momento mientras bajaste la banqueta todas las personas a nuestro alrededor miraban hacia arriba asombrados y extrañados de lo que sus ojos observaban.
Desde el cielo una viga de metal atravesó tu cuerpo por completo impactados por el sonido, sobre todo yo a tu lado se sentía como el viento y tus gritos desgarradores llenaban el lugar por completo y el ambiente se sentía frio, todo alrededor estaba lleno de sangre, de tu sangre aquella sangre me aterraba y me llenaba de nervios, tu cuerpo desfigurado me hizo llenar mi rostro en lágrimas de desesperación sin saber cómo reaccionar, no podía gritar ni hacer nada sentía un gran vacío en mí el cual pensé que no podría llenar jamás por mucho que lo intentase…
“A veces no debemos dejarnos llevar por cosas desconocidas y repentinas porque puede que la vida te de una cruel y dura sorpresa, siempre debemos escuchar a nuestro al redor y no caminar ciegamente en nuestro camino, ya que si no lo hacemos, inevitablemente podrías tener una gran caída por donde pasemos sin precauciones”
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