Un duro despertar

UN DURO DESPERTAR

En el contexto de lo que se puede llamar un mundo post moderno se puede enfocar desde el punto de vista de la relación que hay del uno con el entorno, frente a  la teoría del reconocido sociólogo el señor Zygmunt Bauman cuando habla de una sociedad líquida, que es aquella en la que todo fluye de una manera efímera por así decirlo, en la que hay una caracterización muy peculiar de los individuos de orden transitorio y volátil en su relación con los semejantes.

Teoría que da cuenta de lo precario que es el vínculo familiar que nos une al entorno, de lo pobre que es ser tan individuales ya que no hay preocupación de lo que le pueda pasar al otro.

De modo similar, se puede decir que se vive en una sociedad en la que el amor es flotante, se ha convertido en un ente netamente impersonal ya que se hacer parte de un mundo virtual en el que se tejen las más profundas relaciones amorosas sin rostro, del cual se pretende crear relaciones que no tienen forma contundente, ni trascendente.

No obstante, se puede hacer la analogía de la vida hace unos 150 años, según Bauman en dónde había solidez en todos los sentidos, en la relación del individuo con la sociedad y consigo mismo, había calidez, solidaridad, fraternidad, ayuda mutua de una manera desinteresada en la que imperaba la camaradería y el compromiso de hacer las cosas de una manera totalmente consciente.

Se tenía la certeza de que había una correcta  moralidad en el actuar del individuo frente a su relación de una manera simbiótica con el entorno y sus semejantes.

Había un lugar, un espacio, un tiempo dedicado a fortalecer las relaciones con el otro fundamentando sociedades capaces de consolidar gobiernos contundentes, que velaban por el bienestar de un territorio.

Contrario a lo que sucede en la actualidad donde cada uno se ha convertido en un ser tan individualista que no se preocupa por el otro, salvo que sea para su propio bienestar.

Se han roto de tal manera las relaciones entre los individuos y se está viviendo un flagelo que podría llamarse importaculismo que simplemente significa poco o menos me importa lo que suceda a mi  rededor, siendo esto algo bastante particular en una sociedad de consumismo en la que el beneficio propio por encima de lo que sea está a la orden del día.

Se ha perdido la retro alimentación de conocimiento ancestral en el hogar en el que los individuos mayores son parte del inmobiliario de los espacios que se ocupan.

El gobierno se ha convertido en un estado de globalización en el que se ha perdido en norte frente a los mandatos de un gobierno sólido en el que se han perdido toda credibilidad y valores, el gobierno según el autor está situado en el país de nadie, ya que converge en un mundo sin reglas, en un mundo de corrupción en el cual cada individuo busca su beneficio propio a costo de desangrar el patrimonio de una totalidad.

Dicho de otro modo, no se puede dar solución a problemas locales cuando se trata de conflictos locales.

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