Un plan para el futbol
Enviado por Fernando Andrés • 7 de Abril de 2020 • Ensayo • 1.259 Palabras (6 Páginas) • 101 Visitas
CENTRO EDUCACIONAL NIÑO DIOS DE MALLOCO[pic 1]
“Queremos trabajar por un hombre nuevo y una mujer nueva con una vida digna, lograda y feliz”
“Un mal plan para el fútbol”.
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De un tiempo hasta hoy, en nuestro país, los medios de comunicación denominados “tradicionales” han recalcado un problema que aqueja al fútbol hace años: la violencia en los estadios. Amparados en la creación del “Plan Estadio Seguro”, se criminalizó a lo que algunos denominan “la fiesta” del fútbol, de un momento a otro bombos, bengalas e incluso canticos, lo cual se veía a menudo en los estadios, quedaron prohibidos, por lo que llaman los encargados de esta normativa, “incitar a la violencia”.
Es aquí donde cabe preguntarse si sólo la Intendencia Metropolitana, Carabineros de Chile, los Clubes y las “Barras bravas” son las involucradas en el problema. Al parecer existen muchísimos otros involucrados y afectados por ambas caras de la moneda.
En la cara de la verdadera violencia que acarrean las barras bravas están los vecinos de los recintos deportivos, la autoridad municipal y todos aquellos que se ven obligados a pagar las consecuencias de los actos protagonizados la mayoría de las veces por un grupo minoritario de individuos. En la cara del control policial están las familias que asisten a ver el fútbol, donde niños de 10 años son revisados 3 veces por Carabineros al ingreso a los recintos, donde se prohíbe que los estudiantes vayan con sus cuadernos (a riesgo de que los carabineros o guardias contratados para resguardar la seguridad, los tire a la basura) y donde ocurren cosas tan surrealistas como no permitir el ingreso de paraguas un día de lluvia en Chillán.
Es importante recalcar en qué momento comienza este conflicto. Si nos remontamos 20 años atrás, vemos que las hinchadas no tenían las características que actualmente vemos, el hincha se dirigía al estadio a ver a su equipo, a disfrutar del espectáculo, muchas veces en familia. La “hinchada” era más uniformada, situación muy distinta a la actual en donde vemos claras diferencias en el aforo del “domingo a domingo” donde se puede apreciar liderazgos incluso entre ciertas puertas del estadio (barras sectorizadas en la galería).
Este sector de la hinchada fue adquiriendo poder de la mano de las mismas instituciones deportivas. Los clubes en los años 90 y en la primera década del siglo se hicieron financistas de la delincuencia y el narcotráfico de las “gloriosas barras” del fútbol chileno. Los líderes de las mismas se sintieron superiores al punto de atribuirse derechos distintos del hincha común, exigiendo entradas, teniendo precio preferencial, vetando gente del estadio e incluso y lo que es más grave, amenazando a dirigentes, árbitros y jugadores de los equipos.
Con este panorama a fines de la década del 2000 y con la llegada del Gobierno tecnócrata de Sebastián Piñera se decide “ordenar” la situación y se envía el proyecto de ley de violencia en los estadios (hoy en vigencia) y mediante decretos invade los estadios con la aplicación de un plan que amarra a los clubes a seguir las directrices del mismo por varios acuerdos entre la “Intendencia Regional”, el “Ministerio del Interior y Seguridad Pública” y la “Asociación Nacional de Fútbol Profesional”.
El objeto de las políticas públicas apunta a la disolución de las barras ya descritas, incluso expertos de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) dictan conferencias a inicios del 2012, donde explican porque la eliminación de los bombos quita la posición de dominancia a las barras dentro del estadio. Pero la autoridad de nuestro país comete dos errores en la aplicación del tan renombrado ‘’Plan Estadio Seguro’’.
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