Una Solución Poco Reconocida
Enviado por martinbanda • 2 de Mayo de 2013 • 943 Palabras (4 Páginas) • 306 Visitas
Sientes dentro de ti ese peso familiar, esa angustia que provoca que se te retuerza el estómago y hace que te encuentres de mal humor. No quieres ver a nadie y no quieres que nadie te vea. Cometiste un error. Lo sabes. ¿Vas a hacer algo al respecto? ¿Vas a negarlo todo? ¿Vas a ocultarte, o vas a salir, afrontar las consecuencias y hacer una de las cosas más difíciles para los seres humanos: pedir perdón? Saber pedir perdón tiene la misma importancia que saber hacer las cosas de la manera correcta pues todos vamos a cometer errores a lo largo de la vida. Eso es un hecho. Lo que no todos van a lograr hacer es aceptar sus errores y disculparse.
“Estamos en una cultura que penaliza el error hasta tal punto que muchas veces nos dejaríamos romper un brazo antes de reconocer que nos hemos equivocado” (Domínguez, 2010). Se presenta un problema con respecto a este tema en el momento en que uno se guarda dentro de si los errores. Puede ser que nadie se de cuenta que lo cometiste, como también puede ser que la persona a la que se lo ocultas se entere por otra fuente y las consecuencias resulten aún más desastrosas. Se pueden presentar dos casos. Uno es en el que uno disimula su error y no se lo comenta a nadie aún sabiendo que está afectando a los demás. El otro caso es en el que cuando a uno le reclaman el haber cometido un error, en lugar de aceptarlo, empieza a repartir culpas y a alegar, rechazando su responsabilidad y su involucración con respecto a él. De igual forma, las dos son evadir las consecuencias y eso es de las cosas más cobardes que uno como persona puede hacer.
Para disculparse frente a alguien y de manera sincera, lo primero que se debe hacer es aceptar el hecho de que nos equivocamos. Si no lo admitimos nosotros mismos entonces la disculpa va a ser deshonesta y sería para conveniencia propia y no para arreglarse con la otra persona. Después de aceptar nuestra culpa, debemos disculparnos a nosotros mismos incluso antes de disculparse ante los demás. Si tú mismo no crees que puede superar tu error y aprender de él entonces, ¿cómo esperas que los demás lo crean? Uno debe tener seguridad a la hora de pedir perdón y para esto debe encontrarse en paz consigo mismo. Ya habiendo quedado aceptado el error y habiéndose perdonado uno mismo, lo que sigue es buscar el momento oportuno para pedir la disculpa. Esto es importante pues lo que se busca es ser escuchado y si no se encuentra el momento correcto, todo nuestro esfuerzo y preparación no servirán para nada pues no serán tomados en serio. Al encontrar el momento correcto de pedir la disculpa, tenemos que actuar con inteligencia. Debemos decir lo que pasó, cómo pasó y por qué paso. Las explicaciones son una parte esencial en la disculpa pero se debe tener mucho cuidado de que esas explicaciones no sean malinterpretadas como excusas. Ahora, si el error que cometimos es de mayor gravedad, debemos tener en mente que vamos a necesitar
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