Una Tarea individual 1 mis metas academicas

Mis metas académicas

Antes de comenzar a compartir mis metas académicas, considero importante contar cómo es que tomé la decisión de entrar a la universidad y realizar mi sueño de tener una licenciatura.

En la secundaria conocí a la psicóloga de la escuela y tuve la oportunidad de platicar con ella algunas veces. Desde ese momento tuve la aspiración de convertirme en psicóloga. Me imaginaba a mí misma teniendo mi consultorio y ayudando a diferentes personas con mis consejos.  Cuando terminé la preparatoria decidí, por diversas razones, tomarme unos años para viajar, pintar, trabajar y aprender idiomas. Siempre persiguiendo mí desarrollo emocional a través de talleres, terapias y actividades. Ahora, más madura, me siento preparada para iniciar esta nueva etapa en la que me comprometo a mí misma a empezar el camino de ayudar a los demás.

En ese contexto, combinado con diplomados que he hecho sobre el mismo tema, no me queda duda de que mi verdadera vocación es la psicología. Por eso mi objetivo personal es desarrollarme profesionalmente y estoy comprometida a dar lo mejor de mí misma para poder tener el consultorio que tanto soñé. Soy comprensiva, empática y me causa cierta fascinación el proceso emocional y mental por el que pasa una persona cuando le cambia la perspectiva de un problema. Pienso que no hay mejor sensación que la de guiar a una persona a transformar su problema en una oportunidad.

Cuando me propongo algo soy una persona determinada y capaz, no dudo que lo lograré aunque deberé poner atención a la organización de mis actividades para poder realizar mis tareas, ya que tengo dos trabajos por el momento y me consumen mucho tiempo.

Mis metas académicas son asistir al menos al 90% de las clases asignadas, sacar un promedio mínimo de 9.0 y terminar mi licenciatura con las tres especializaciones: organizacional, clínica y educativa. Posteriormente me gustaría hacer una maestría en psicoanálisis.

Dentro de las lecturas de mi primera asignación en la universidad, me fue de gran ayuda la lectura que escribió Leonardo Da Vinci sobre las normas CREMA. Me pareció ingenioso que tuvieran iniciales fáciles de recordar y que las pudiera contar con los dedos de las manos como referencia, ya que esto me facilitó aprenderme que deben ser cronológicamente limitadas, relevantes y realistas, específicas, mensurables y asumidas con responsabilidad. (Gelb, 1999)

Una frase que se me quedó muy grabada fue ‘’fíjese metas ambiciosas pero alcanzables‘’ (Gelb, 1999 p.1) ya que considero que muchas personas deseamos tanto alcanzar la perfección que no nos tenemos consideración a nosotros mismos y nos exigimos de más. Es importante recordar que poco a poco se construyen cosas grandes y hay que ponerse metas alcanzables porque si no nos estamos conduciendo a un inevitable fracaso.

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