Unisono.

En el año de 1996 un 29 de Febrero en una pequeña región de Francia La costa azul. Una mujer de la familia Chevalier nombre reconocido por que en todas sus descendencias eran de gemelos, Alan Chevalier padre de tres hijas Léa , Alice y la más pequeña Mia las cueles a los 20 años de edad concedieran y dieran a luz el 29 de febrero al medio día; Léa tuvo como era de suponer dos gemelos una niña y aun varón a los que llamo: Evangeline y Lorian, Alice al igual tuvo gemelos a los cuales nombro Katia y Laila, Mia emocionada al ver que sus dos hermanas tuvieron a tales hijos solo podía pensar en cual de los nombres que pensó le pondría a sus hijos no obstante las risas y la alegría se convirtió en un seco silencio el doctor callo se levanto y dijo: Efectivamente Mia chevalier has tenido un hermoso par de gemelos con el gen de Alexandria pero lamento decirte que solo uno tiene vida a los pocos momento de lo dicho un grito desgarrador salio de ella como si le mordieran el alma con hierro al rojo vivo y dio fin con una lagrima de sangre . Al siguiente día el Sr.Chevalier ordeno que del panteón familiar la roca mas lisa y tersa fuera tallada en forma de zafiro y que una placa diciendo Mtear(lagrima de Mia).

Al paso de 10 años los niños crecieron y la pena seso un poco . Mia se mudo de inmueble a una pequeña pero acogedora casa sobre una colina al nivel de la costa Azul. Todos los días al anochecer la pequeña zafiro le preguntaba asu madre a que hora llegaría papá, pero el 11 de junio de 1996 fue la excepción:

Mia- (con dulce voz) Zafiro, hija ya es hora de comer ¿que se te apetece hoy?

Zafiro- Hoy solo quiero un plato de garbanzos con un pie frio de limón.

Su madre intrigada de la respuesta pues siempre preguntaba: ¿No esperaremos a papá?. Comieron y después se prepararon para dormir. Dieron las 6:00 am Mia salió como de costumbre por frutillas, pasaron 5 minutos desde la partida de su madre solo se escuchaba el cambio de la manecilla del reloj en la arboleda de frutillos al término del periodo de un latir la pequeña colonia pudo escuchar un grito de desesperación seguido de un disparo que desato la inquietud y el instinto de los animales cerda de la zona, mientras tanto la pequeña Zafiro inquita se cubrió con su manta…

-¿Tienes miedo?.

Zafiro- No, en lo absoluto.

-¿Entonces dime el porqué de tu temblar y la aceleración de tu corazón.

Zafiro- Instinto, quiero creer.

El silencio permitió escuchar el crujir de unas ramas a corta distancia (crac,crac) cada vez aumentaba hasta que de un solo golpe se abrió la puerta principal ¡Pum!

-Eee(impresión) Ha entrado a la casa

Zafiro-¿Quién?.

-Eso es algo que al caso da lo exactamente lo mismo.

Zafiro-¿Qué debería hacer?…. mi corazón se acelera, el pasar saliva se hizo seco y la preocupación me invade tal hormigas a un árbol.

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