VOVLER AL AMOR

Conforme va pasando la vida, nuestro estado original en el que nacemos, se va deteriorando debido a diversas circunstancias, que dependan o no de nosotros, nos afectan de alguna u otra manera. El curso que la autora tomó (Un Curso de Milagros) no tiene que ser visto de una manera religiosa, ni criticarlo por eso, sino aplicarlo a la vida diaria, al sentimiento principal de todo nuestro mundo, que aunque no lo veamos esta presente, que es el AMOR.

Unos de los principales conflictos y sufrimientos de los seres humanos se dan en las relaciones, tal vez es aquí donde se nos va la mayor parte de nuestra energía y felicidad. A diario gastamos tantas energías tratando de agradarles a otros, tratando de obtener reconocimiento aprobación y amor que rara vez nos damos el privilegio de conocernos a nosotros mismos. Si en lugar de gastar energías en cosas mundanas, criticas, envidias, culpas, nos concentráramos más en construir nuestra autoestima o enfocarnos en nuestras metas, la vida sería más sencilla y avanzaríamos más rápido, ya que seriamos mejores personas y estaríamos mejor preparados para dar amor a los demás. Porque no podemos dar amor a los

demás sino lo tenemos hacia uno mismo, no digo que seamos ego-centristas o egoístas, al contrario, el ego es algo de lo que debemos deshacernos para poder ser felices. Lo irónico del caso es que entre mas amor buscamos y entre más nos esforzamos por caerles bien a los demás, menos resulta así.

Lo que pasa es que desde chicos nos han hecho creer que no estamos "completos", es bueno comprender que hombres y mujeres somos complementarios, mas no dependemos el uno del otro para sobrevivir, ni para estar llenos o completos. Con esto no quiero decir que lo ideal sea estar solos sino que es precisamente la aprehensión que tenemos a "completarnos" la que nos hace actuar con demasiado apego, celos, inseguridades, miedo, desesperación y que al final de cuentas termina destruyendo el amor, o termina dejándonos solos. Además de personas, también tenemos apego a las cosas. Si nuestras vidas están llenas de cosas materiales, de dinero, de excesos, de vanidad, y no valoramos lo que realmente tiene un plus, o lo que trasciende, nos quedaremos vacíos a final de cuentas, pues esas cosas no nos pueden corresponder al “amor” que les hemos “entregado”.

Por esto yo pienso que no debemos depender de nada, ni de nadie para poder ser felices, simplemente tienes que confiar en que alguien superior a ti tiene una felicidad planeada para ti, pero existe el

libre albredío, claro, y por supuesto poner de tu parte es esencial, porque es como la historia del náufrago, que está en una isla y todos los días le rezaba a Dios para que lo salvara, un día pasa un barco en frente de la isla y el capitán le dice que se suba y el dice que no porque Dios lo va a salvar, y así, hasta que un día se muere en la isla y le reclama a Dios muy enojado

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