“Vale más ponerse la meta de la excelencia y no lograrla, que la de la mediocridad y conseguirla”.

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“Vale más ponerse la meta de la excelencia y no lograrla, que la de la mediocridad y conseguirla”.

Viaje al Centro del  Hombre, ruz. México, 1999

Esta primera mitad del libro comienza planteándonos la forma en como vemos el mundo, la forma en que éste ha ido cambiando, particularmente en cómo se ve el mundo desde la perspectiva de los agentes de cambio, desde un Henry Ford teniendo una perspectiva capitalista desde el punto de vista de los sueldos, hasta un Juan Pablo II reconociendo que el factor decisivo es el Hombre.

Posteriormente nos plantea la premisa trascendental de que el conocimiento es poder, y cómo es que estamos ahora en una tercera revolución del pensamiento, y a pesar de ello seguimos citando a viejos filósofos, que hoy más que nunca están vigentes, además de que el conocimiento está omnipresente gracias al ciberespacio. Pero lo más importante es que la empresa debe adaptarse a estos cambios en el pensamiento, los cuales, una vez demostrados y probados, se van copiando.

Algo que han traído estas revoluciones del pensamiento, nos han demostrado una cosa muy importante, nada es eterno, todo es cambiante, por lo cual la empresa debe ser lo más espontánea posible, adaptarse, cambiar, innovar. Pero sobre todas las cosas, ser global, ya que el comercio internacional vive un auge cambiante y creciente de forma exponencial, el producto o servicio que ofrecemos bien puede ser interesante para alguien en Dinamarca, o en China.

El reto para la empresa global, es que la competencia es para todos y está en todas partes, haciendo la comparación al medallero olímpico, en cómo ha cambiado el número de países que acceden a una medalla de oro es cada vez mayor, y para muestra en 2012, 55 países lograron una, misma cantidad que en Beijing 2008, pero la competencia está ahí, ¿hace cincuenta años quien hubiera pensado que Uganda ganaría una?

La competencia, aunque no la veamos como nuestro vecino, está ahí.

Por esto mismo, debemos buscar la manera de diferenciarnos de entre la multitud, ser bueno ya no es suficiente, se tiene que ser el mejor, tener a los mejores colaboradores, para poder ofrecer un producto o servicio diferente, innovador, y si no lo tenemos, ver cómo cambiarlo. Tenemos que crear nuevas cosas, crearlas más rápidamente, y no podemos mantenernos pasivos ante la competencia, si nos esperamos, nuestro cliente potencial puede irse a otro lado.

Cuando empezamos a pensar de una manera funky se van cambiando los paradigmas, quién hubiera pensado el lanzamiento de un disco de Rap de oraciones católicas, un Terminator de Gobernador o un MBA en gestión eclesiástica, por ello tenemos que cambiar nuestra forma de ver las cosas, o te adaptas o desapareces. Uno de los principales agentes de cambio es, y seguirá siendo, la tecnología. La cual de igual manera se ha ido adaptando al medio en que vivimos, hace muchos años se pensaba en tecnología y pensaban en la tecnología militar, y al día de hoy, proveedores de la milicia ahora trabajan con Disney.

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