Valores Organizacionales: ¿Una Paradoja Para La Humanidad?

Valores Organizacionales:

¿Una paradoja para la humanidad?

Abril 27 de 2009.

Desde hace muchos años, la empresa logró obtener personalidad jurídica, y cuando esto sucedió, obtuvo también una responsabilidad propia y facultades que tienen las personas. Dentro de estas se comprenden los valores, principios esenciales y perdurables de las personas y por lo tanto, hoy en día, de las propias organizaciones.

Pero, aunque las empresas e industrias a nivel mundial destacan y se enorgullecen de sus valores organizacionales, estos pueden tener diferentes connotaciones tanto a nivel interno como a nivel externo. Estos valores, que dictaminan la forma de actuar del personal de la empresa, no necesariamente dictaminan la forma de actuar de la empresa.

Ahora bien, hoy en día, casi la totalidad de las empresas tienen valores organizacionales, incluso se habla de la “administración por valores”, pero aun así, las acciones de las empresas no cambian. Entonces ¿qué es lo que sucede?

Durante el Siglo XX, diferentes académicos de la administración encontraron en los valores, un problema de distinción. Algunos como Mintzberg y más específicamente Herbert Simón argumentaban que una ciencia administrativa debía ser libre de valores, y solo debía argumentarse en los hechos.

Otros por el contrario, argumentan la necesidad de tener valores y más aun, Valores Organizacionales, que guíen a los empleados y que constituyan el camino del actuar dentro de la empresa.

En el documental llamado “La Corporación” se hace una distinción muy importante con el presidente de la compañía Shell, una de las mayores contaminadoras del mundo. Aquí, se señala que las acciones de la empresa, es decir, las decisiones que toman sus dirigentes (debido a la incapacidad propia de una organización de tomar decisiones propias), responden a las necesidades de la misma y por lo tanto, no responden en muchas ocasiones a los valores propios de los tomadores de decisión ni a sus propios pensamientos.

Sin embargo, los valores organizacionales responden a las mismas necesidades de la empresa. Según la “Administración por Valores” de Ken Blanchard, la instalación y ejecución de un proyecto por valores consta de 3 pasos: Realizar, Conectar e Integrar.

Estos 3 pasos deben ser tomados en cuenta por toda la empresa. Son los empleados los que deben sacar a relucir los valores empresariales bajo consenso, a través de un proceso de negociación, en el cual se deben jerarquizar en orden de importancia, los 3 valores más importantes para la organización.

Pero Ken Blanchard no aboga únicamente por la imposición de los valores en la organización, sino que los empleados y dirigentes deben adueñarse de estos e implementarlos en su vida cotidiana, en su vida personal y conectar la empresa con la familia.

Esto último es bastante importante para los gerentes que quieren implementar en sus empresas la “administración por valores”. Deben interiorizar sus propios problemas, hacer visibles para ellos mismos sus deficiencias para así poder cambiarlas. Se debe primero cambiar uno mismo para poder cambiar a los demás, en especial si “los demás” son el resto de la organización.

Los valores entonces, construyen el marco por el cual las organizaciones actúan, es el modo de “hacer las cosas”, de llevar a cabo las decisiones de sus dirigentes. Teniendo en cuenta esto, las organizaciones deberían promulgar exteriormente sus valores internos, aquellos en los cuales creen sus empleados, deberían actuar de la misma manera en la que actúan sus dirigentes.

Sin embargo, en la actualidad vemos como empresas dañan al medio ambiente, dañan a la sociedad, se valen de la explotación de recursos y de mano de obra barata en países en vías de desarrollo, para que los costos de producción sean menores y así obtener mayores utilidades. Todo lo que éticamente, y en todas las sociedades, puede ser mal visto.

A medida que la historia avanza, en que la dependencia de las personas hacia la industria se incrementa y a medida en que las empresas tienen un mayor impacto sobre el diario vivir de toda la humanidad (o por lo menos su mayoría), las compañías a nivel mundial han querido retornar algo de eso que le toman a la sociedad y devolvérselo de maneras diferentes. De aquí la llamada Responsabilidad Social Corporativa.

A pesar de esto, las medidas que están tomado las empresas aun no son suficientes para solventar el daño que se esta causando (al medio ambiente, a la sociedad, a la calidad de vida), e incluso algunas industrias ni siquiera se preocupan por emprender acciones que logren mantener una producción sostenible. Y aun así continúan promulgando sus valores organizacionales y se jactan de tenerlos.

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