Valores

Nos encontramos en el año 2014, hemos sido testigos de un cambio de año, de siglo y de milenio. ¿Has pensado lo importante que es la época actual?

Nuestro momento se presenta con características precisas que nos dan forma: Desarrollo sin par de la ciencia, la tecnología y la informática. Se nos habla de globalización económica y aunque no alcanzamos a entender esto muy claramente, sí nos damos cuenta que si a los Estados Unidos les da un catarro, a nosotros nos da pulmonía.

Por normal de hecho sacrificamos nuestros valores vitales, éticos, religiosos y estéticos en pos de los valores económicos, utilitarios, sociales y científico tecnológicos. No nos interesa ser mejores, sino tener más. En varias ocasiones he pensado que en lugar de hablar de una evolución, debería de hablar de una involución. Nos hemos vuelto indignos, crueles, insensibles, inmorales, apáticos y profundamente utilitaristas. Sólo nos interesan los medios para lograr nuestros fines. Es decir, aquello que nos puede servir para… tener poder, riqueza, fama o comodidad.

Esta situación nos conduce a la pregunta ¿Y LOS VALORES? ¿QUÉ PASÓ CON LOS VALORES?

Para empezar, los valores no existen por sí mismos, se nos aparecen como cualidades o propiedades de algo o alguien. Por ejemplo, la belleza de un cuadro, la honestidad de una persona, la elegancia de un vestido, la utilidad de una herramienta, etc.

Además, los valores tienen polaridad: Se presentan desdoblados en un valor positivo y el correspondiente valor negativo (desvalor, contravalor o disvalor) Por ejemplo, a la belleza se opone la fealdad; lo malo a lo bueno; lo justo a lo injusto; lo desagradable a lo agradable; la responsabilidad a la irresponsabilidad, etc.

Como segunda característica, los valores tienen jerarquía. Esto es, el hombre prefiere comúnmente el valor superior aunque a veces elija el valor inferior por razones circunstanciales.

No podemos señalar un orden (jerárquico) permanente para los valores, cada persona debe establecerlo de acuerdo con su propia situación.

La elevación moral indica que el valor positivo debe afirmarse frente al negativo y el valor superior frente al inferior. Por ejemplo, es preferible la honestidad a la deshonestidad; y la honestidad es más valiosa que la comodidad.

Por otra parte, si queremos ubicarnos en torno a los valores, es necesario clasificarlos:

I.*valores útiles: lo adecuado, lo conveniente.

II.*valores vitales: la vida, lo fuerte, la salud, la agilidad.

III.*valores lógicos: la verdad, la certeza, el conocimiento, la ciencia, la inteligencia.

IV.*valores estéticos: lo bello, lo sublime, la gracia, la elegancia.

V.*valores ético morales. Estos valores son muy importantes, porque perfeccionan al hombre: la dignidad,

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