Vanidad Y Narcisismo
Enviado por DURUKTI • 14 de Mayo de 2013 • 2.514 Palabras (11 Páginas) • 1.432 Visitas
Antes de poder conocer la relación que parece menguarse entre Vanidad y Narcisismo, hemos de aprender sobre cada una de estas terminaciones, su definición y argumento.
Vanidad
La vanidad es una forma de vanagloria, y la vanagloria se basa en el orgullo. La vanidad, es el orgullo basado en cosas vanas.
Cosa vana es todo aquello que se tiene por valioso pero que en realidad desvía de lo que en verdad vale. Lo vano nos apega a una falsa imagen del hombre, medido por sus riquezas, fama y poder mundano. Lo vano carece de solidez en relación a la vida eterna.
Que podemos entender según Vanidad, como termino en la lengua española y según su definición…
Vanidad es arrogancia, envanecimiento y deseo de ser admirado por el alto concepto de los propios méritos…
Vanidad, del latín vanĭtas, es la cualidad de vano (vacío, hueco o falto de realidad, sustancia o solidez). Este adjetivo está vinculado a lo insustancial, la arrogancia, la presunción y el envanecimiento…
Vanidad , definición de vanidad , sentido del vanidad -
1 (noun) vanidad [bani'ðað]
cualidad de la persona que tiene orgullo propio y afán de ser admirado excesivos…
La vanidad se define como un tipo de arrogancia, engreimiento, una percepción exagerada de la soberbia. De acuerdo a la teología cristiana clásica, la vanidad hace que el hombre no necesite de Dios…
Todas las definiciones mencionadas anteriormente, conducen hacia el mismo sendero. Acertando en una sola misma cosa… Vanidad es igual a soberbia.
Hemos de hacerle mención a algunas citas importantes tanto de pensadores, como de redactores, o bien personalidades de trascendencia, que han de dar con una iniciativa distinta, la manera de ver y expresar La Vanidad.
El cambio de moda es el impuesto que la industria del pobre carga sobre la vanidad del rico. Nicolas Chamfort
Las personas más insoportables son los hombres que se creen geniales y las mujeres que se creen irresistibles.
Anónimo
Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.
Honoré de Balzac (1799-1850) Escritor francés.
La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
Ernesto Sábato (1911-2011) Escritor argentino.
Para mí la vanidad es una dolencia tan superficial, que basta con rascarme un rato para que se me quite.
Tristan Bernard (1866-1947) Novelista y periodista francés.
El amor propio y la vanidad nos hace creer que nuestros vicios son virtudes y nuestras virtudes, vicios. Jacinto Benavente
Ahora bien, después de haber dado un pequeño paseo por los lares que comprenden las anteriores citas y la definición de este término Vanidad, pasamos a lo que comprende la investigación.
La vanidad es una manifestación de la soberbia y la arrogancia. La persona vanidosa se siente superior al prójimo, ya sea desde un punto de vista intelectual o físico. El vanidoso no duda en destacar su supuesta capacidad cada vez que puede, menospreciando al resto de la gente.
En este sentido, la vanidad encubre un sentimiento de inferioridad y el deseo de ser aceptado por el otro. Al hacer gala de sus virtudes, el vanidoso intenta demostrar que no es menos que nadie (lo que en realidad siente) y espera el aplauso y la admiración de quienes le rodean.
Para la teología cristiana, la vanidad hace que el hombre sienta que no necesita a Dios. Se trata de una especie de auto-idolatría: el vanidoso rechaza a Dios ya que se tiene a sí mismo. La vanidad, de hecho, es uno de los pecados capitales (ya que engendra otros pecados).
Una buena forma de comprender qué es la vanidad se encuentra en el mito de Narciso. La versión más conocida de esta historia señala que Narciso era un joven enamorado de sí mismo. Un día, al ver su hermoso rostro reflejado en un lago, se queda absorto y embelesado, incapaz de apartarse de la imagen. Finalmente Narciso muere (suicidándose, ahogándose o por no poder separarse de su reflejo, según la versión) y en el lugar crece una hermosa flor.
La Vanidad como tal
La vanidad es un sentimiento que más o menos, todos conocemos. Diferentes estudios científicos hablan de la vanidad, de cómo es el "vanidoso" y de los peligros de dejarnos llevar por este sentimiento.
Según la Real Academia, la vanidad es “arrogancia, presunción, envanecimiento”.
A pesar de la “mala prensa” que tiene este sentimiento, lo cierto es que en su justa medida tiene algunas ventajas: ayuda a fortalecer el ego y facilita la creatividad.
El problema viene cuando la vanidad pasa de un grado normal, ya que puede convertirse en un trastorno narcisista de la personalidad que ocasiona graves secuelas a quien lo sufre y que afecta a un 1% de la población.
Preferimos a nuestros semejantes
Diferentes estudios científicos han demostrado que, en nuestras elecciones personales tendemos a preferir a aquellas personas que se parecen a nosotros. Por ejemplo, una estudiosa de la universidad británica de Aberdeen realizó un experimento con la ayuda de sus voluntarios. Hizo que jugaran on line, teniendo que repartir la cantidad de dinero que considerasen oportuna a una serie de personas de las que tenían unas fotos como única referencia. Algunas de ellas habían sido manipuladas para que se acercaran más a los rasgos de los rostros de los participantes. El resultado fue claro: los voluntarios confiaban su dinero a las personas que tenían rostros más parecidos a su fisonomía.
Además, la mayoría de las personas ególatras y con un fuerte sentido de la vanidad prefieren establecer relaciones con parejas de rasgos similares a los suyos. Además, normalmente los vanidosos se embarcan en relaciones sentimentales arriesgadas y con mutua dependencia emocional. Pero destaca un dato curioso: normalmente, estas personas eligen a parejas con un atractivo similar, porque les parece que están en el nivel adecuado, pero nunca de atractivo superior, ya que no quieren ser rechazados.
Los problemas del egocentrismo
Para una persona vanidosa es fundamental saber qué piensan los demás de él. El problema es que no es fácil hacer suposiciones sobre lo que los demás creen de nosotros, ya que no siempre tenemos datos suficientes para saber cómo piensan. Por ejemplo, en el ámbito laboral una percepción egocéntrica de la realidad puede ser muy peligrosa, ya que las relaciones pueden verse deterioradas de forma seria.
Según una investigación realizada en la universidad de San Diego, la generación nacida después
...