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Enviado por jessicaflorian • 7 de Agosto de 2011 • 2.737 Palabras (11 Páginas) • 1.187 Visitas
¿Afecta ser el primogénito?
El lugar que los hijos ocupen en el hogar
determinará su personalidad y, muchas veces,
el éxito en sus actividades.
Dime en qué orden naciste y te diré quién eres. Madonna y la princesa Estefanía de Mónaco pecan de rebeldes porque sus madres las trajeron al mundo en último lugar. Mientras, Saddam Hussein y Hillary Clinton no pueden vivir sin mandar porque fueron hijos primogénitos. ¿Casualidades?
Muchos padres y madres se sorprenden de cuán diferentes son las personalidades y caracteres de sus hijos, criados bajo un mismo hogar. El investigador Frank Sulloway, quien estudió las características de 6 mil líderes e innovadores en relación con el lugar que ocupaban entre sus hermanos, lo explica de este modo: Dado que la atención paterna es una fuente limitada, los niños compiten diversificándose e insertándose de distinto modo en el núcleo familiar.
De ahí que, según él, los hijos mayores suelen ser más apegados a la tradición y al camino que señalan los padres, y los menores o los del medio, en cambio, se atreven a desafiar todo eso. No es casualidad, dice, que Darwin, creador de una teoría revolucionaria en su tiempo, haya sido el cuarto entre seis hermanos.
Después de 26 años estudiando a los líderes mundiales de los últimos 500 años y a 120.000 personas de esas que podríamos llamar «de a pie», Frank Sulloway, investigador del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachussets, lo tiene claro: El momento en que nacemos es dramáticamente decisivo para nuestro destino.
Así, Benjamin Franklin, Martin Luther King o Charles Darwin no hubieran cambiado el rumbo de la historia de no haber nacido en último lugar y, por lo tanto, rebeldes, asegura Sulloway.
Según sus datos, los nacidos tardíamente tienen 18 veces más posibilidades de resistirse a la autoridad, romper las reglas y darle rienda suelta a la imaginación. Esto se ha demostrado a lo largo de la historia en todas las revoluciones, incluso en España. La mayoría de ellas han sido encabezadas por personas que habían nacido en último lugar, cuenta el investigador.
Además, los menores (-del segundo al último-) de la familia son más sociables, más agresivos verbalmente y cuentan con una mayor capacidad para la innovación. Un grupo éste en el que el autor sitúa al jugador de baloncesto Michael Jordan y al genio informático Bill Gates.
Por el contrario, los primogénitos suelen ser más conservadores, tranquilos, tímidos y, sobre todo, celosos. Esto es así por la influencia que en ellos tiene la llegada de hermanos menores que les «roban» una parte de la popularidad y atención de sus padres. En este grupo estarían actores típicamente duros como Bruce Willis, Clint Eastwood y el más duro de los duros del lejano oeste: el desaparecido John Wayne.
Sulloway ha tardado más de dos décadas en obtener las conclusiones que ahora ha plasmado en su libro. El tiempo que le ha llevado estudiar la biografía de 6.566 personajes de los últimos cinco siglos. Todos ellos con un papel público importante en política, ciencia o arte. En un caso tras otro se demostró la influencia del orden de nacimiento en sus vidas, señala el meticuloso documentalista.
Pero el estudio -se apresura a añadir- es igualmente aplicable a la gente anónima. Para demostrarlo, este historiador ha repasado desde 1976 más de 2.000 estudios sociológicos y psicológicos. En muchos de estos análisis no se había tenido en cuenta para nada la influencia del nacimiento, aunque se habían recogido datos al respecto.
Tras revisar miles de fichas, Sulloway asegura haber encontrado al menos 196 estudios que coinciden con sus teorías. En todos ellos se confirma la tendencia de los menores de la familia a la rebeldía, a estar más mimados y a ser más abiertos a nuevas experiencias.
Claro que siempre hay excepciones. Isaac Newton, primogénito, plasmó teorías revolucionarias sobre la ley de la gravitación. En cambio Adolf Hitler, que nació tardíamente, y que según este estudio debería tener poco carácter, puso Europa a sus pies.
Frank Sulloway reconoce que el orden en el que se nace no lo es todo en la vida. Robespierre, por ejemplo, no fue una persona cruel hasta que estalló la revolución francesa. Aparte del lugar en que nacemos, hay otros condicionantes que influyen en nuestro carácter. Pero es innegable que es uno de los factores que más afectan a la personalidad.
¿Afecta ser el primogénito?
La psicóloga Lucrecia de Polasek indica que en el desarrollo de la conducta intervienen dos factores: el genético y el medio ambiente. Este último depende del ambiente caótico o armonioso, competitivo o con patrones cooperativos dependiendo del entorno del hogar y social, y por último, los métodos de educación, los castigos y refuerzos que se imponen a cada uno de los descendientes.
Dentro de éste último se considera la posición que se ocupa en la familia, que por cierto, parece ser más determinante que la genética y el género. De ese orden influye el éxito en las actividades a las que cada quien se dedica.
Conejillos de indias
Con éste termino, los expertos se refieren a los primogénitos, pues con ellos se ensaya ser padres. Si es varón, cae sobre sus hombros presión y responsabilidad de ser el primer hijo. Las expectativas, sueños, esperanzas y ambiciones que los progenitores no cumplieron, esperan que sean realizados por él.
Ellos deben cumplir los sueños de los padres, se convierten en auxiliares en la educación de sus hermanos y son sometidos a una serie de reglas y limitaciones porque la familia está en proceso de formación, afirma Polaseck.
Esta situación crea individuos con una personalidad seria, se vuelven responsables, preocupados y pendientes de sus hermanos. Tienden a ser triunfadores; al mismo tiempo son agresivos y diligentes, según el estudios de Frank Sulloway,.
Entre otras cosas, saben que si la vida se desenvuelve con normalidad, heredarán la fortuna de sus padres. Sus estrategias preferidas se identifican con la autoridad y el status quo. De allí que ellos nunca abandonarán una tarea encomendada por sus procreadores con tal de complacerlos.
Según el investigador, en ocasiones toman riesgos, pero limitados, no les gusta compartir, son escrupulosos, territoriales en inflexibles, y tienden a ser fanáticos del control. Tienen problemas al recibir órdenes y ajustarse al ambiente en el que no son los más grandes y fuertes.
Se puede afirmar que los primogénitos
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