Visiones criticas sobre la Organización Mundial de Comercio
Enviado por brial11 • 24 de Noviembre de 2015 • Trabajo • 1.043 Palabras (5 Páginas) • 544 Visitas
Visión critica OMC
INTRODUCCIÓN
Para abordar los conceptos positivos y negativos de la Organización Mundial de Comercio en torno a la Globalización, comenzaremos aclarando que si bien estos términos están estrechamente relacionados, no todos los males o bienes de la mundialización están relacionados con la participación de la OMC en la misma, ya que hay que tener en cuenta diversos factores, que se encuentran por fuera del alcance de esta Organización, como sociales, políticos, culturales, militares, etc.
Sin embargo, analizando estrictamente los factores relacionados con el comercio mundial, y las consecuencias sociales y económicas que este conlleva, es determinante analizar el rol fundamental de la OMC, como encargada de establecer una mayor integración de los países miembros en el sistema de comercio multilateral y abierto, buscando alcanzar los objetivos, como la elevación del pleno empleo, el crecimiento de la producción mundial, la utilización óptima de los recursos y la conservación del medio ambiente.
VISIONES CRÍTICAS DE LA OMC
Desde una perspectiva de justicia social a escala mundial, los detractores de la globalización y la OMC, le atribuyen a la liberación del comercio multilateral el aumento de la pobreza a escala mundial, y las desigualdades entre países y dentro de los mismos.
Esto es atribuido a que debido al libre intercambio solo se ven beneficiados los países industrializados, por sobre los subdesarrollados o los PMA, y las empresas multinacionales, relegando del comercio a las pequeñas industrias locales de los distintos países, lo cual genera una concentración de los ingresos provenientes del mercado internacional en unos pocos actores, con los perjuicios que esto trae a las sociedades de los países menos desarrollados. Los defensores de la OMC señalan, en cambio, que el aumento del comercio internacional habría de relacionarse con el crecimiento a nivel macroeconómico, y que a su vez, dicho crecimiento acabaría por reducir la pobreza a nivel global.
Este crecimiento de la desigualdad entre países, desarrollados y subdesarrollados, los críticos la relacionan con el rol de la OMC, que desde su punto de vista, es una organización donde predominan los acuerdos donde se beneficia a los países desarrollados por encima del beneficio global o de los países en desarrollo. Esto lo argumentan ya que la OMC heredó los principios establecido en el GATT, por un conjunto de países vencedores de la Segunda Guerra Mundial, tales países todos desarrollados y no con una especial sensibilidad por los países en desarrollo. Los países en desarrollo solo tuvieron que conformarse con estas, poniendo de manifiesto que no todos los países tienen el mismo peso en la elaboración y aplicación de las normas. Así, como por ejemplo, con las importaciones de tecnologías, las reglas aplicables a la propiedad intelectual o con la liberación de los servicios, que beneficia fundamentalmente a los países desarrollados. Se habría impuesto a los países en desarrollo una liberalización de mercancías, sin que estos obtuvieran a cambio liberación de mano de obra, considerada como uno de los principales factores de producción en que estos países podrían presentar ventajas.
En contraposición a lo detallado anteriormente los defensores de la OMC, justifican su accionar con las normas comerciales desarrolladas para defender los intereses de los países en desarrollo, permitiéndoles acceder a los mercados mundiales recibiendo el mismo trato aduanero que los países desarrollados, permitiendo beneficiarse tanto de las exportaciones e importaciones, como de inversiones extranjeras.
Teniendo en cuenta el mercado de trabajo y empleo nos encontramos también con posiciones contrapuestas. Los opositores a la mundialización y a las políticas de la OMC apuntan tanto contra la destrucción de los puestos de trabajo en países industrializados, debido al traspaso de plantas de producción a economías subdesarrollado, como contra las condiciones precarias en las que se realizan estos trabajos en algunos países del tercer mundo debido a la inexistencia de leyes de protección al trabajador, lo que implica menor costo de mano de obra, por ende, mayores ganancias para las multinacionales. Por otro lado destacan sectores, como el agrario, donde los métodos tradicionales de cultivos se ven afectados por la competencia de empresas multinacionales, muchas veces subvencionadas por algunos gobiernos de países desarrollados, las cuales generan menores puestos de trabajo y la disminución de la población campesina. Estas consecuencias de la liberación comercial preconizada por la OMC distan de ser favorables para la población, especialmente de países en desarrollo, debido a que disminuye puestos de trabajo, destruye industrias locales y genera migraciones de poblaciones campesinas a la ciudad, con las consecuencias sociales que conlleva la mayor concentración de población en las ciudades.
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