Visit the borate towns. VISITA A LOS PUEBLOS BORATEROS

VISIT TO THE BORATE TOWNS

Mr. Girdwood, formely a pupil of Dr. Percy, and chemist to Mr. Smith’s establishment, accompanied me on this trip, and to whom i am indebted for valuable suggestions and assistance.

Leaving the Noria and ascending the steep side of its hollow, our course lay east by south, over undulating country, between high mountains, some giving off very large quantities of detritus; descending a ravine, and approaching the pampa de tamarugal, we came upon nitrate caliches at the Rinconada, and descending a Little lower, an extensive salar entered, having on its west margin considerable tracts of nitrate caliches. A few tamarugo and algarrobo tres are seen; but, excepting these, a salt desert and arid plain occupies the fore ground and far away to the east are might Andes.

On the Eastern margin of the salar in particular, as well as in it, and where the ground is free from salt, there borate is firt met with, in some places, from the Surface to three feet below it. We progressed along an old dry watercourse (free from salt) into the tisas or borate towns, at 3,200 feet; the sky was very clear and blue, and the sun intensely hot. We visited the two small villages, built of salt; around thenr excavating and collecting the borate was going on to some extent, although against the orders of government, and coveyed by unfrequented tracks to the coast, and sumggled off.

VISITA A LOS PUEBLOS BORATEROS

Sr. Girdwood, antiguamente un alumno del Dr. Percy, y químico del establecimiento del Sr. Smith, me acompañó en este viaje, y al que estoy en deuda por sus valiosas sugerencias y asistencia.

Al salir de la Noria y ascendiendo la empinada ladera de sus vacíos, nuestro curso yacía al este por el sur, a lo largo  del ondulado del pueblo, entre altas montañas, algunas emitiendo grandes cantidades de detritus; descendiendo por un barranco, y acercándose a la Pampa de Tamarugal, nos encontramos con caliches de  nitrato en la Rinconada, y descendiendo un poco más bajo, un extenso salar entramos, que tenía en su margen oeste considerables extensiones de nitratos de caliches. Unos tres tamarugo y algarrobo se ven; pero, a excepción de estos, un desierto de sal y una árida llanura ocupa el primer plano de tierra y muy lejos hacia el este se podría ver a los Andes.

En el margen oriental del salar en particular, así como en el mismo, y donde el suelo está libre de sal, hay borato se encontraron por primera vez con, en algunos lugares, desde la superficie hasta tres pies por debajo de ella. Hemos progresado a lo largo de un antiguo curso de agua seco (libre de sal) en las TISAS o pueblos de borato, a 3.200 pies; el cielo estaba muy claro y azul, y el sol intenso calor. Visitamos los dos pequeños pueblos, construidos de sal; alrededor  del area de excavando y recolectando el borato estaba pasando, hasta cierto punto, aunque en contra de las órdenes de gobierno, y transportada por caminos poco frecuentados de la costa, y de contrabando fuera.

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