Xalapa, Veracruz: Festival Mictlán

Xalapa, Veracruz: festival Mictlán

En los meses de octubre y noviembre se lleva a cabo en Xalapa el Festival Mictlán, en diversas sedes culturales.

El festival se realiza respetando el culto a la muerte que ha estado ligada a la idiosincrasia del mexicano..

A lo largo de cinco días de constantes representaciones invitando al espectador a adentrarse al ensueño del inframundo, a la ocasión que se tiene para festejar con los fieles difuntos.

Criptas, tumbas y mausoleos son escenarios natural del Festival Mictlán. Tomando la tradición de los festejos populares de todos santos, este festival invita a los artistas escénicos, en especial a los independientes, grupos de teatro, danza y música a presentar sus propuestas artísticas y culturales.

Este evento es un proyecto independente que conjuga esfuerzos en dos vertientes, por una parte el desarrollo artístico, ya que agrupa a siete compañías escénicas de la región, ofreciendo al público una variedad de propuestas teatrales y dancísticas, en torno a la Fiesta tradicional de nuestra región dedicada a los fieles difuntos; por otro aspecto la vinculación interinstitucional colaborando con los tres niveles de gobierno, beneficiando así al público y a los creadores autónomos de Veracruz.

Los espacios públicos y parques de la capital se convierten en escenarios de magia, misticismo y misterio para recibir actividades culturales, dancísticas y artísticas para honrar a los fieles difuntos.

Las sedes del Festival Mictlán son lugares públicos como la Cueva de la Orquídea, el parque Bicentenario, el parque Juárez, el puente Xallitic y el antiguo panteón de Xalapa para deleite de niños, jóvenes y adultos durante el Día de Muertos.

El festival retoma la idiosincracia del juego entre los vivos y los muertos, costumbre arraigada entre la sociedad mexicana para festejar a los difuntos con altares y ofrendas para recibirlos con alegría y gozo.

El día 2, se realiza la incomparable muestra de altares y catrinas. En la región cultural del Totonacapan, se realiza una forma particular de celebración. Del 9 al 11 de noviembre, en Zozocolco se lleva a cabo el concurso de globos, elaborados con más de tres mil pliegos de papel de china, que se elevan frente al atrio de la iglesia de San Miguel Arcángel y que alcanzan más de 30 metros de altura. Participan "globeros" nacionales y extranjeros

Las fiestas de las Calaveras del Mar, que se celebran en Cazones el 30 y 31 de octubre, surge el rito donde vivos y muertos convergen sus energías para dar pie a la noche más colorida de todo el año. Los asistentes se disfrazan de Catrina o calavera y forman parte de La Noche de las Calaveras del Mar al son de la música y el verso. Este es nuestro ritual, el encuentro con la cultura, es la Noche de las Calaveras del Mar.Levantaremos un altar monumental donde te vincularás con la cosmovisión totonaca, presente como un pequeño mundo que contiene la tierra, su vegetación aromática que le dan las flores y el copal, el agua que se coloca tanto abajo como sobre el altar que simboliza la propia tierra, el fuego y su aroma que también contiene un incensario.

En la parte de arriba esta el cielo,elaborado con hojas de tepejilote, las estrellas y un sol central elaborado con hojas de palma de coyol y otras figuras del mismo material.

Los alimentos que conforman el manjar para saciar toda hambre, con chocolate, tamales, calabaza, dulces, naranjas y el camino de la flor de muerto que permitirá su retorno a esta mesa que representa la casa.

Por otro lado, el altar podemos imaginarlo como un espacio que contiene cuatro rumbos o universos, cada uno iluminado por un sol; estos son los universos donde se encuentran los que se han ido.

Cada uno de los eventos de nuestro Ninin dentro del Tercer Festival Calaveras del Mar, te mostrará como puedes tocar, sentir y vivir los elementos y ser parte de este nuevo rito costero, en el que te invitamos a caracterizarte de calavera y ser parte de este encuentro entre vivos y muertos

Expresiones culturales locales y foráneas, danza, música, teatro comunitario, fotografía, talleres infantiles, tradicionales y de reciclado. Experiencias mágicas contadas desde la ofrenda, relatos inexplicables que te aventurarán en el mundo sobrenatural, en la cosmovisión de lo totonaco, mezclado con la tradición de la zonas que nos rodean, todo ello quedara en tu memoria. Cada región del país tiene sus propias características en torno a la celebración, pero todas conservan el mismo espíritu, recordar y honrar a los muertos e invitar a su espíritu a compartir un día con los vivos.

En Veracruz, se usan flores y frutas para las ofrendas; de este modo, los altares son adornados no sólo con cempasúchil, sino también con moco de pavo, mano de león y alhelí, además de mandarinas, guayabas, tejocotes, naranjas, jícamas y camotes, calaveritas de azúcar y ataúdes de chocolate y gomitas, papel picado de mil colores, cirios, sal, agua y una cruz de tierra.

Ni qué decir de la gran variedad de platillos y guisos veracruzanos

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