Ycolorin Colorado Este Cuento Aun No Se Ha Acabado

RESUMEN:

Este libro comienza con una princesa llamada Odài; Odài se encuentra encerrada en una torre custodiada por el dragón del miedo, ese dragón que todas las personas tenemos y que a veces decidimos escuchar o no. Ella debería esperar una señal para poder salir del castillo, esa era la señal de la vida, la señal que nos dice que debemos vivir. Pero ella se cuestiona acerca de la señal, decidiendo salir del castillo y averiguar que hay más allá de esas paredes que la encierran, venció a su dragón del miedo. Conoció al abejorro del deseo quien sería el que la empujaría a probar cosas nuevas, imaginando lo que sería de su vida si se arriesgara, dándole palabras correctas para hacerla sentir con valor.

De pronto apareció Bonsái el celador de la torre, quien sería el que hablara cada vez que a la princesa le sucediera algo, citando a la ley de la vida.

Pasaban los días y ella seguía con su camino llegando así hasta el cañón del viento, quien sería una de las tantas partes importantes para poder culminar este libro, ya que el cañón del sumidero fue quien la puso en su lugar diciéndole que no es nada comparada con la inmensidad del universo, le hizo entender que tiene todo para poder ser feliz, que no se preocupe por el futuro y que viva el presente. A la mañana siguiente que despertó un puente se encontraba allí, pero Odài no lo había visto pues a veces lo más obvio no lo vemos por estar preocupados, cuando todo es mejor relajado y tranquilo.

Odài siguió su camino y llego con Pía, ella era el hada del recuerdo, Pía ayudaría mucho a Odài dejándola entrar a la cueva del pasado, un lugar donde ella debía de entrar sola sin el dragón y sin el escritor, cuando regreso de la cueva, venia acompañada de una niña, esa niña era Odài cuando era pequeña quien le ayudo a entender muchas cosas y recordando cosas que ella había vivido pero que había decidido olvidar, ahora recordaba que siempre llevara a su niña dentro de ella.

Nuevamente apareció Bonsái con su traje dorado y su banquito y le aconsejo que visitara al hombre más rico del mundo, paso el tiempo y encontró a un señor de edad ya avanzada que vivía en una casucha, en la miseria y que vestía unos trapos viejos, pero en efecto era el hombre más rico del mundo, pues era uno de los tiempo más importantes, al saber que fue enviada por Bonsái supo que Odài estaba lista para recibir su riqueza, buscando así en un baúl una hoja doblada que contenía frases que le habían dicho el Abejorro, Bonsái, El Cañón del Viento, Pía, incluso que la misma Odài había dicho y por último la del hombre más rico del mundo.

Siguieron su camino y llegaron a un lugar lleno de fresas pero lo que no sabían era que esas frutas eran propiedad privada, misma que pertenecía al Príncipe Azul, Odài quedo sorprendida al verlo pues era un hombre guapo, sí que Azul la llevo a su castillo dejando al escritor y al dragón abandonados a su suerte al poco rato también llegaron al castillo, pasaron dos meses y la princesa ya estaba comprometida con el príncipe y su boda seria en una semana, la cual se fue muy rápido. Se casaron y el escritor quería terminar el libro pero Odài le pidió que no lo hiciera que mejor regresara en diez años.

Esos diez años pasaron y cuando el escritor regresa encuentra a Odài pero ahora con tres hijos, Bono, Yara y Gotz. Ahora Odài se veía atareada con tantas cosas y ahora con tres hijos pues más, así que le pidió que mejor regresara en diez años, pero el escritor pensó que sería mejor si regresaba en quince años y así lo hizo.

Pasaron esos largos quince años y cuando el escritor regresa al castillo se entera de que la princesa ya no vive ahí le informaron que ahora vivía en el pueblo, dirigiéndose a buscarla nadie supo decirle bien a donde estaba, de tal manera que en

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