¿quien Se Ha Llevado Mi Queso?

Era una vez dos liliputienses y dos ratones atrapados en un laberinto. Buscaban día a día queso para poder comer, se ponían unas sandalias y corrían buscando el lugar donde encontrarían comida. Un día lo encontraron en un lugar de un laberinto y le pusieron Queso Q. Todos quedaron sorprendidos ya que era un cuarto repleto de queso.

Todos los días los ratones y los liliputienses se levantaban temprano para ir a saborear el rico queso. Pero cada día los dos liliputienses se iban quedando atrás de los ratones, se levantaban más tarde porque creían que el queso les iba a durar para siempre.

Un día los se dieron cuenta de que el queso había desaparecido. Los ratones rápidamente se fueron en busca de otro cuarto que tuviera el mismo queso. En cambio los liliputienses no lo podían creer estuvieron ahí varios días pensando en quien o como desapareció el queso. Pasaron los días y los liliputienses cada vez se debilitaban más. Hasta que un día uno de ellos decidió seguir adelante en busca de nuevo queso. Y el otro decidió quedarse porque no quería aceptar la realidad, teniendo miedo a que no encontrara nada.

Tras una larga búsqueda el liliputiense que decidió ir en busca de nuevo queso por fin encontró el cuarto relleno de queso y lo nombro Queso N y se encontró ahí a los dos ratones que ya llevaban un buen de tiempo. A veces pensaba en su amigo si se quedó en aquel cuarto y decidiría cambiar para buscar nuevo queso.

Pero el liliputiense aprendió la lección, iba verificando diario el queso, si ya había poco o cuanto queso había, si y ya se iba enranciando. Y cada día se iba a recorrer más allá del laberinto para saber dónde había más queso. Y la próxima vez que hubiese un cambio el ya tuviera alternativas para tomar el cambio como algo positivo y no estar esperando tanto tiempo para ver que debe seguir buscando más alternativas.

Aunque al principio el libro no me pareció un libro muy interesante y tal vez tonto o aburrido, y conforme me fui adentrando a la lectura, me di cuenta de lo que en realidad me quería transmitir y toda la enseñanza que me dejo.

Desgraciadamente todos alguna vez no hemos aferrado a un “queso” a un estado de comodidad y tenemos miedo a cambiar o ir en busca de nuevas alternativas por miedo a perder lo que se tiene ganado. Pero en algunas ocasiones se tiene que perder ese poco que ya se tiene para ganar más. Lo mejor que se puede realizar es aceptar el cambio con seguridad y confianza de volver a encontrar lo que ya no se tiene ya que nada en esta vida lo tenemos seguro, y sin embargo si aceptas las alternativas tal vez creerás que es imposible y para eso se debe de esforzar de buscar hasta la más remota posibilidad y con esto encontraremos el camino que nos lleve al éxito. Lo que más me gusto fue que el liliputiense se ríe de sí mismo y del mal que había hecho en no tomar el cambio como algo bueno.

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