Afrocolombianidad

GOLPES DE PERCUSIÓN FUSIONANDO LA VERSATILIDAD CULTURAL

No es casualidad que las coordenadas geográficas más precisas para ubicar una cuna madre rebosante de riquezas y abundancia cultural, conduzcan hacia un patrimonio de la humanidad. África, continente rodeado por importantes ríos y océanos que surcan su historia de fortunas culturales, denominado por la Unesco como Cuna de la Humanidad. Sustentando y reconociendo así, la importancia de los aportes que este continente contribuyó a Colombia, desde su Colonización. La versatilidad en la cultura afro colombiana ha aportado grandes riquezas folclóricas al desarrollo cultural de nuestro país.

Una Conquista Extraordinaria, que dio pasó a esta legendaria historia, caracterizada por tambores, danzas y leyendas. La Conquista de este Nuevo Mundo Hispano al fin hallado, se movilizó con afán al conocer de la existencia de las riquezas Americanas, del Oro. Todo se cumplió y como se habían planeado los Africanos Nativos, luego de haber sido derrocados los indígenas residentes y colonizados, fueron dominados como serviles tiranizados bajo el designio de las decisiones de la Casa de Contratación de Sevilla y su avaricia.

De manera que sin querer la raza negra se fue envolviendo y desenvolviendo con propiedad en este territorio, arrancados de sus familias, de sus costumbres, de sus paisajes y de su manera de subsistir, acomodándose sin ningún nivel de comodidad en un nuevo mundo que nacía ante sus ojos, sin prisa alguna de quererlo ver nacer.

Una cultura que de a poco desarrolló su Arte y lo hizo extenso bajo el silencio de la esclavitud, sin ninguna noción de Arte, porque hasta el término aún se desconocía, los Africanos esclavos en la actual Colombia, a manera de expresión ante la manipulación y esclavitud sustentada en azotes y cargas para construir edificaciones carentes de conocimientos y mediciones de ingeniería o arquitectura, retoman lo que habían dejado a su paso, reconstruyen primitivos instrumentos musicales para evocar su patria en el olvido a la cual no regresarían.

Cultivando Arte, continuaron estos esclavos ingeniando maneras de volver a aquellos atardeceres bajo los paisajes que entrañaban, invitando a otros negros y negras a la esperanza que genera un buen recuerdo, quienes respondieron dándole paso a los ritmos que engalanaban movimientos y danzas dándole paso a la gran gama cultural desconocida por el territorio colombiano, pero de la cual se fue impregnando al sentirse bañada bajo los ritmos que derramaba la sangre de la raza negra.

Resignados ante la situación de extrema esclavitud e ignorando que existiría algún día alguna fuerza externa más poderosa que sus patrones, se van estableciendo con mesura gradual en el territorio, violando toda noción aceptada por la sociedad colonizadora

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