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Sobre la depresión y los artistas. Caso Leopoldo Lugones


Enviado por   •  20 de Febrero de 2020  •  Ensayo  •  1.749 Palabras (7 Páginas)  •  208 Visitas

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Rogger Cedeño

Taller de Géneros Discursivos

31 de julio de 2018

Ensayo para proyecto final de semestre

Un melancólico escribiendo sobre depresión: la creatividad oscura del artista

        ¿Sabrá la gente qué es la depresión? ¿Cómo tratarla? ¿Cómo se siente una persona que la padece? ¿Toda depresión termina con la muerte? Primeramente, definamos qué es depresión. Según el diccionario de psicología Akal:

Asociación de culpabilidad, desesperanza y visión pesimista de la existencia. Esta puede tomar dos formas: de origen endógeno, asequible a patologías; y de origen exógeno, sufrimiento moral sin concomitantes somáticos.[1]

Ahora bien, dentro del siguiente ensayo se trabajará la depresión endógena, entendiéndola como un problema frecuente en los artistas que muchas veces resulta invisible y que puede tener un desenlace fatal. En efecto, hay artículos que afirman que la mayoría de artistas sufren de una cantidad elevada e importante de afectaciones del estado anímico[2]. Por otro lado, explicaremos lo invisible y el desarrollo cronológico de un depresivo, es decir, el artista que va produciendo y agudizando su enfermedad mientras que aquellos que aprecian las obras no intervienen en su proceso porque creen que esas afectaciones son el factor que permite la creación. Estos dos puntos se explicarán con el ejemplo de un poema de Leopoldo Lugones y parte de su vida. Aunque el escritor sufría de este padecimiento, sus momentos más oscuros parecen ser sus más grandes episodios de lucidez en cuanto a su proceso creativo; el manejo de técnica al crear sus versos nos deja entrever que tenía consciencia de la enfermedad. Y justamente esta fue la que lo llevó a su muerte. Finalmente, se concluirá con la noción de depresión-suicidio, pues no todos los artistas afectados se suicidan por este motivo; tal es el modelo de Horacio Quiroga que –como Lugones– tenía consciencia de lo que le sucedía y manejaba muy bien la técnica para producir cuentos, pero su muerte se debió a un factor externo.    

Depresión y creatividad: una relación más frecuente de lo que se piensa

En ocasiones, pareciera que la depresión es un problema solo de los artistas, pero no es así. Esta enfermedad afecta a una parte importante de la población en el mundo; por tomar una pequeña muestra, según el diario Metro, Ecuador está en la posición número once de países latinoamericanos que sufren de depresión[3]. No tenemos idea de la cantidad real de personas que la padecen. Decidimos, sin embargo, enfocarnos en los artistas ya que en ellos, ocasionalmente, este problema va de la mano con su producción.    

En el artículo titulado Las personas creativas son más propensas a la depresión[4], se plantea que quienes trabajan con emociones tan intensas devienen en artistas y, al esmerarse tan arduamente con su estado anímico, sus propias turbaciones acaban afectándolos.

Aun así, parece contradictorio creer que los artistas afectados por el trastorno sean capaces de producir, puesto que en los síntomas la palabra que más se repite es desánimo[5]; un aspecto claramente no asociado con la inspiración o la creatividad. En otras palabras, nadie debería ser capaz de crear arte porque la misma enfermedad es un claro obstáculo.

Sin embargo, con Lugones y Quiroga parece ser todo lo contrario. Ellos estaban conscientes de lo que les sucedía[6], y tal vez usaron su padecimiento para alimentar sus maravillosas técnicas. Ellos demuestran rasgos de sus trastornos en parte de su producción, ya que tampoco la línea argumental de sus creaciones es la enfermedad en sí. Es decir, pocos hacen de sus obras solamente reflejos de padecimientos anímicos. No podemos afirmar que todo lo que hicieron esté cruzado por las afectaciones, pero en estos dos escritores sí podemos entrever la interacción artista-depresión.

Una marea grisácea

Leopoldo Lugones era un escritor argentino que estuvo cruzado por esta creatividad oscura y algunos de sus poemas están repletos de ella. Siempre vivió con esta enfermedad y, además, estaba consciente de padecerla. Hay cartas en las que dice cómo se sintió; cartas que compartió con Horacio Quiroga[7].

Tuvo que salir de su patria porque fue uno de los promotores del pensamiento socialista argentino. Afuera se enteró que nunca sirvió todo su esfuerzo con los políticos, porque ellos nunca pudieron ganar. Aunque inicialmente era socialista, a medida que se empapó de política se inclinó hacia lo conservador y siempre criticó el gobierno de su país[8]. Pienso que uno de los factores que más agudizó su padecimiento fue el hecho de haber sido vetado de su país.

Para explicar la creatividad oscura de este autor lírico, pondremos como ejemplo el poema “Olas grises”:  

Llueve en el mar con un murmullo lento.

La brisa gime tanto, que da pena.

El día es largo y triste. El elemento

duerme el sueño pesado de la arena.

Llueve. La lluvia lánguida trasciende

su olor de flor helada y desabrida.

El día es largo y triste. Uno comprende

que la muerte es así..., que así es la vida.

Sigue lloviendo. El día es triste y largo.

En el remoto gris se abisma el ser.

Llueve... y uno quisiera, sin embargo,

...

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