160 muertos y ningun culpable.
Enviado por AniitaSol • 29 de Octubre de 2016 • Ensayo • 1.202 Palabras (5 Páginas) • 449 Visitas
160 MUERTOS Y NINGUN CULPABLE.
Santa Fe es una ciudad golpeada por importantes inundaciones, delimitada geográficamente por dos grandes ríos de importante caudal: el Salado por el oeste y el Paraná por el este, unificándose ambos al sur de la urbe, encontramos en ella un historial extenso de sucesos análogos, en años anteriores… Pero, al parecer, el que más almas tocó, fue el de aquel otoño del 2003.
Se fueron historias y recuerdos, la tinta de las fotos y los escritos se los llevo el agua, mientras otra tinta se acumulaba en el papel de los diarios creando distintos títulos; otra tinta un poco más abstracta dibujo las imágenes que vieron los ojos de cada persona afectada, ésa tinta viajo a sus cabezas y corazones para situarse en una memoria que al día de hoy sigue intacta, para que los hechos no se los lleve el tiempo, una memoria que duele.
En Santa Fe capital, un 29 de abril (2003) se desataba uno de los sucesos meteorológicos con mayor repercusión a nivel nacional, que dejaba a casi 1/3 de la población santafesina bajo agua, es decir 130.000 afectados y en paralelo 6 días de lluvia incesante, 6 días sin sol.
Si bien meses previos a la tragedia, diversos medios nacionales y provinciales difundieron noticias referidas a que el río Salado venía aumentando a un ritmo excepción dando lugar a la gestación de una crecida extraordinaria; por otro lado el gobernador provincial de turno, Carlos A. Reutemann, aun no daba la orden de evacuación… así es como el domingo 27 de abril por la noche, el agua comenzó a ingresar por una brecha en la defensa del cordón oeste de la ciudad llegando a su peor momento el ultimo martes de abril, es decir dos días después; en pocas horas todos los barrios del oeste como por ejemplo: San Lorenzo, Centenario, Roma, Barranquitas, Fonavi quedaron bajo agua, incluso el nuevo Hospital de Niños. El desborde del rio sorprendió a muchas familias, destruyendo sus cimientos materiales y sus fortalezas emocionales.
Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, el agua comenzó a entrar sin límites a las viviendas alrededor de las 19hs, invadiendo la vida cotidiana de más de 120 mil santafesinos, que como hormigas al ver desmoronado su nido, huyeron con lo puesto a pie o en canoas; así es como el agua comenzaba a arrasar sin dar tregua, llevándose en horas todo lo logrado, todo lo invertido en años de sacrificio, objetos recargados de enlaces afectivos se encontraban bajo agua, fotos, historias, recuerdos, cartas.
El panorama era desolador, parte de la ciudad estaba impregnada de desesperación, la situación era otra, distinta a la del día anterior. Familias enteras pasaron esa primer noche sobre los techos de su casa, viendo desde arriba como el agua arrastraba muebles, vehículos, juguetes, recuerdos, pero lo que más aterraba era ver cuerpos sin vida flotando, y otros, con el agua al cuello, pidiendo auxilio..La ciudad estaba sumergida en un silencio que “gritaba” dolor, angustia, pánico, frio y hambre.
¿Pero como terminar de entender el dolor tan inmenso que al día de hoy sienten aquellas familias desgarradas, agujereadas?
En ellas hay escenas que después de 13 años, siguen intactas, incrustadas en la memoria, en la retina, en el alma.. Escenas que no tienen fin, que invaden los sueños y remueven emociones cada 29 de abril. Testimonios de madres que por la fuerza del agua impetuosa se vieron forzadas a soltar la mano de su propia creación, las mismas que tiempo después fueron llamadas a reconocer cuerpos sin vida, cuerpos heridos, cuerpos que reflejaban la desesperación que habían vivido, en fin cuerpos que solo eran cuerpos.
...