173 ANIVERSARIO INDEPENDECIA NACIONAL

Conferencia: 173 aniversario de la Independencia Nacional.

Consulado de Miami.       27-02-2017    

Antes de dar inicio a este conversatorio, deseo dar las gracias al honorable Cónsul General de la República Dominicana, sr. Miguel Ángel Rodríguez y a todos las personas que presiden la mesa de honor. Saludo muy especial a los hermanos dominicanos y dominicanas que se encuentran aquí esta noche, a los invitados especiales, amigos de la prensa, muy buenas noches.

Es un grato honor compartir este momento histórico con ustedes y más aún, cuando se trata de conversar sobre la gesta gloriosa del 27 de febrero, de nuestra Independencia Nacional en ocasión de celebrarse el 173 aniversario, en el 204 aniversario de uno de los patriotas más pre-claros que ha parido la República Dominicana, Juan Pablo Duarte y Diez, y en la celebración del bicentenario del natalicio del prócer Francisco del Rosario Sánchez.  

El Gobierno dominicano a través de sus representantes diplomáticos en esta hermosa ciudad de Miami, cumple con el sagrado compromiso de rendirles tributos a quienes honores merecen; a los forjadores de la gloriosa gesta del 27 de febrero de 1844, que a la postre nos legaron nuestra nacionalidad.

Desde el arribo del Partido de la Liberación Dominicana a la Presidencia de la República 1996, siendo su primer presidente el Dr. Leonel Fernández Reyna se conformó una Comisión de Efemérides Patria para rescatar y elevar nuestros valores patrios, no solo en la República Dominicana, sino también en cualquier lugar del mundo, donde haya dominicanos. Esto se hace con el firme propósito de que asumamos un mayor compromiso de trabajo, lealtad y defensa de nuestra soberanía e identidad.  

De eso se trata mi conversatorio con ustedes en esta noche de fiesta patria dominicana.

Lo primero que debo decir es que la independencia de un pueblo no es una ficción ni una conjura, hágase la luz, cásese divórciese. No. Esto es un acontecimiento que conlleva la autodeterminación de un pueblo de emanciparse y actual de manera libre y soberana. Por lo tanto, esto requiere de muchos sacrificios y sangre.  

Desde sus primeros orígenes, la República tuvo varios intentos por lograr su independencia; la primera tuvo sus orígenes el 1 de diciembre de 1821, con la emblemática  Independencia Efímera de José Núñez de Cáceres, con el nombre de Haití-español, bajo la falsa de un protectorado con la Gran Colombia que lideraba el gran Simón Bolívar.

Primera gran traición a la patria.

A propósito dice Juan Bosch, uno de los historiadores dominicanos, que mejor ha analizado este

acontecimiento, que;

     Para esa época cualquier persona que quisiera proclamar la independencia podía hacerlo y no lograba ningún objetivo positivo para el país, porque la sociedad de los hateros había fracasado y en el país no había ninguna clase social que pudiera sustituirla.  Así Núñez de Cáceres actuó con un grupo amigos en un vacío social. Fue como si hubiera ido a dar una batalla sin soldado, contra un enemigo que no existía. Esta acción va a ser recurrente en casi todos los gobernantes de la nación dominicana, lo hizo Pedro Santana, Buena Ventura Báez y otros.

   Dos meses y nueves días después, de haberse proclamado este adefesio contra la nación, entra Jean Pierre Boyer, con sus tropas a la ciudad de Santo Domingo y ocupa el país sin que nadie se le opusiera. Lo que hizo Boyer pudieron hacerlo los indios caribes que habitaron la isla de Puerto Rico o los, los Aztecas del Perú o los Esquimales del Polo Norte y tampoco hubiera ocurrido nada. Núñez de Cáceres cometió esta acción en un vacío social tan grande, que ni siquiera muchos dominicanos se enteraron de este bochorno hecho.  

Así el 9 de febrero de 1822 el Presidente Boyer proclamó el país territorio haitiano. Porque lo hizo; Era acaso un Haití un país imperialista. Buscaba un lugar o nicho, donde invertir capitales, claro que no.

La ocupación haitiana obedecía a una combinación de conflictos de orden económicos, político y social dentro del pueblo haitiano y la profunda debilidad sociopolítica del pueblo dominicano.

Muchos historiadores haitianos han alegado que dicha ocupación se debió al peligro que representaba Santo Domingo en el 1822, ya que este según ellos, podían caer en mano potencia enemiga de su pueblo y así afectar su independencia. Esto era falso. Nunca han dicho cuál era ese enemigo. La ocupación de 1822 tuvo una causa haitiana; la necesidad de repartir tierras entre oficiales y soldados y otra causa ya de carácter externo, fue la declaración de Independencia, proclamada por Núñez de Cáceres. Es decir que la ocupación haitiana del 22, se la debemos también a los propios dominicanos, que, como Cáceres, cayeron en un estado de desesperación por el simple hecho de proteger sus intereses personales en detrimento de nuestro pueblo.  OJO EL PELIGRO AÙN HOY NO HA PASADO EN LA REPÚBLICA DOMINICANA.  

A lo largo de esos 22 largos años en Haití como en Santo Domingo, se estaban dando situaciones de carácter políticas que estaban afectando de manera directa la gobernanza de Boyer en el país.  

Según, Juan Bosch,  

     El deterioro del poder económico y político de Haití, así como el reflejo de la crisis económica en la parte este; crisis que a finales de los años 30 se agudizo por una reducción sustancial de los precios de los principales productos de exportación haitianos y dominicanos, trajeron por resultado la oposición organizada. Esta oposición tuvo desde sus inicios dos vertientes sociales. Por un lado, el reactivamiento de los propósitos de los hateros, quienes a pesar del entendido con Boyer, seguían en su actitud contraria al régimen  haitiano, ya que sentían el peso de la amenaza del Estado haitiano capaz de llevar a cabo en cualquier momento las reformas socioeconómicas y políticas que conllevasen la destrucción del poder social de esta clase.

No hay dudas de que el sector hateros, siempre conservador, estuvo ligado a la dominación colonial española, creían que solo mediante el régimen colonial podían garantizarse sus prerrogativas de clases, además de que estimaban a la nación haitiana inferior por razones raciales. La oposición hatera tenía por finalidad no la proclamación de un Estado independiente, sino el regreso del dominio español. El sector hatero con Pedro Santana a la cabeza.

La otra oposición, es decir el sector liberal, provenía de las capas medias urbanas y rurales, principalmente urbanas que consideraban necesaria la fundación de una república independiente, ya que habían tomado conciencia de la existencia de una nación dominicana, con Duarte y los trinitarios a la cabeza.

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