30 cuadros pintados por Monet

La Serie de Catedrales de Rouen son 30 cuadros pintados por Monet entre los años 1892 y 1894. En esta época el impresionismo estaba en su auge. Este movimiento surge en Francia debido a la reacción de varios artistas( entre ellos Monet) contra el arte académico. Los artistas impresionistas se enfocan en retratar los los objetos, en su mayoría naturales y paisajísticos, de acuerdo a la impresión de la luz que produce a la vista omitiendo la realidad objetiva. Usualmente eran retratados objetos y acciones de la vida cotidiana.

En estos, se pueden ver la fachada de la Catedral capturada en diferentes estaciones y diferentes épocas del día. Monet, utilizó la técnica óleo sobre lienzo con pinceladas cortas y densas que se superponen, es decir, al aplicar el óleo, no esperaba a que la capa inicial se haya secado. Cabe destacar que debido a esto, Claude Monet dejó de lado los detalles; por ende se centró en los efectos de la luz natural sobre los objetos y demostrar su importancia en la percepción del espacio y tiempo.

En los 30 cuadros, se observa que Claude Monet omitió retratar la fachada de la catedral y los elementos arquitectónicos de la Catedral, más bien, capturó el color y creó la imágen con este elemento. Por lo tanto, las líneas no son visibles al ojo humano ya que este no era su objetivo principal. Sin embargo, se crea un volumen con los diferentes tonos usados.

A diferencia de un solo cuadro, Monet utilizó diferentes tipos de luz para diferentes tipos de atmósferas a lo largo de su serie, por lo tanto, el color varió también. Él, pintó desde un piso alquilado al frente del monumento tratando de capturar de manera espontánea. Por ejemplo, para las mañanas utilizaba suaves tonos azules, para los atardeceres usó colores rojizos mientras que para los días nublados, tonos grisáceos. Además, existe un fuerte contraste entre las luces y las sombras en los lienzos. También, a diferencia del barroco los Artistas impresionistas, en este caso Monet, eliminó el claroscuro; las sombras no son del todo negras, son de tonalidades más oscuras al color original usando luces amarillas y sombras violetas.

En la serie de La Catedral de Rouen se aprecia una perspectiva geométrica improvisada. Esto quiere decir que, al ser retratado en pinceladas gruesas y densas, pierde su contorno y su monumentalidad. Sin embargo, al utilizar esta técnica de óleo sobre lienzo creó el volumen de la Catedral con los colores y luz. También un aspecto importante es el cielo ya que este está en el mismo plano que la Iglesia, en otras palabras, omitió la profundidad de esta.

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