AGENDA 2030 PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Enviado por magfe79 • 1 de Mayo de 2021 • Informe • 1.687 Palabras (7 Páginas) • 89 Visitas
“AGENDA 2030 PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE EN AMÉRICA
LATINA Y EL CARIBE”
UN ANÁLISIS CON VISIÓN DE FUTURO
Por naturaleza el hombre es un ser gregario, vive y necesita de la interacción diaria para superar los diferentes obstáculos que le presenta la vida, esto ha sucedido desde el inicio de los tiempos, logrando así superar los problemas que se le han ido presentando durante todo el proceso de evolución. Y es en este contexto que la vida del ser humano se ha ido transformando, volviendo hoy en día, con esta llamada globalización, a vivir una especie de ley de la selva, donde el más fuerte sobrevive, dejando de lado a los más débiles, contrario a la interacción social que debemos buscar en toda sociedad. Así, buscando este objetivo común es que en setiembre del año 2015 se aprueba la “Agenda 2030 para el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe”, firmado por 193 países integrantes de las Naciones Unidas, cuyo fin es el de conformar un equipo de trabajo e implementar un plan de trabajo que contenga como tópico de acción la lucha contra la pobreza extrema, el acceso a servicios de salud, educación de calidad, lucha directa previniendo el cambio climático, tratando de desterrar las desigualdades en todas sus dimensiones (PNUD, 2018), generando así un crecimiento económico de toda la región, planteando además otros objetivos que originen el bien común, poseyendo así una visión transformadora de trabajo de la comunidad internacional a ser alcanzada al año 2030 (CEPAL, 2017). Es decir, se busca un desarrollo sostenible de toda la comunidad, y para ello se plantean y amplían los objetivos a lograr, tanto a corto, mediano y largo plazo, todo esto con la finalidad de poder buscar un norte en común, avanzando decididamente hacia la erradicación de la pobreza, donde los gobiernos planteen normas y políticas pensadas en y para la sociedad en su conjunto; así, en el presente trabajo se desarrolla, analizando constructivamente estos objetivos comunes y el papel que, tanto los gobiernos y cada uno de nosotros debemos adoptar para conseguir los objetivos comunes que nos lleven a la disminución y erradicación de la pobreza extrema, las desigualdades sociales, las desigualdades de género y los demás objetivos planteados en la Agenda, buscando trabajar activamente en pro de una nueva y mejor sociedad.
En tal sentido, de acuerdo a lo mencionado por La ONU – FAO (2019), la Agenda al 2030 se plantea una serie de 17 objetivos, 169 metas y 230 indicadores a ser alcanzados con el trabajo mancomunado de gobiernos y sociedad en general, por ello debemos trabajar aunadamente e ir mejorando paulatinamente los procesos llevados a cabo para la consecución de las metas trazadas; y, es en este sentido que además, se han propuesto y se han visualizado la utilización de medios de ejecución y alianzas globales que coadyuven a un trabajo coordinado y eficaz, siendo indispensable para ello realizar un seguimiento oportuno de cada paso llevado a cabo. Y, no sólo eso, sino que, analizando el papel de la ONU en la lucha contra la pobreza, también encontramos posibles herramientas, tal como lo sostiene Thomson en la Asamblea General de la ONU (2017), donde este organismo internacional creyó por conveniente analizar el papel de la tecnología en la lucha contra la pobreza, y es que no es difícil darnos cuenta de que hoy en día el uso de la tecnología ha avanzado vertiginosamente, llegando incluso a las zonas más remotas, donde el contar con estas tecnologías era tan solo una ilusión; además, acorde a los objetivos de nuestra futura profesión, es que se hace necesario el poder orientar estos esfuerzos hacia la consecución de la erradicación de la pobreza, disminuyendo, ya sea la brecha digital existente en nuestro país, u orientando a la población en el adecuado uso de estas tecnologías, coadyuvando así a tener un acceso directo a información actualizada y relevante en la vida diaria; esto además, mejorará su estatus sociocultural, ya que la educación es fuente de conocimiento, y una sociedad educada lucha siempre por surgir, venciendo todos los posibles obstáculos que se le puedan presentar en la vida diaria.
Por otra parte, debemos entender que la pobreza, tiene diferentes aristas de causas y consecuencias; y, tal como afirma la ONU (2017) en su artículo “Reducción de la pobreza”, ésta considera que, la pobreza se constituye en un fenómeno muy complejo, por lo cual se debe trabajar constantemente para poder erradicarla, no sólo del sistema cognitivo de la población que la sufre, sino de las mismas esferas de poder que ocasionan dicha condición; en tal sentido se hace necesario fomentar el desarrollo de la persona como ente integrante de la sociedad en su conjunto, proveyéndola asimismo de mejores ingresos y servicios básicos adecuados, y es en este sentido que, los gobiernos y la sociedad civil deben trabajar aunadamente para lograr mejorar las condiciones de vida de los sectores más afectados por la pobreza, por ello se deben poner en práctica políticas de gobierno dirigidas a: optimar y elevar la seguridad alimenticia; otorgar viviendas con servicios básicos; promover la creación de mayores oportunidades de trabajo y empleabilidad; facilitar el acceso a la tierra, el crédito, la tecnología, la capacitación y mercados; y, hacer posible la participación de la gente en los procesos políticos que determinan su futuro. Y, es en este aspecto que, no debemos dejar de lado el fomentar una educación de calidad y de acceso global para toda la población, ya que ésta se constituye en un derecho inherente al hombre, herramienta cognitiva con la cual se podrá fomentar el desarrollo integral de la persona.
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