ANALISIS GESTION EDUCATIVA

GESTION EDUCATIVA ESTRATEGICA

En la actualidad la administración escolar presenta diversas falencias en su forma y constitución para la puesta en marcha de una adecuada dirección y coordinación de procesos pedagógicos para la educación, lo que ha impedido un inicio asertivo de una gestión educativa estratégica.

Las formas de administración educativa que se han presentado en la última década, han establecido unas direcciones basadas en los principios administrativos empresariales y no pedagógicos. Como por ejemplo: La dirección desarrollada de forma jerárquica y vertical  sin articuladores, que estimulen una adecuada comunicación y función entre dependencias y subordinados, para cumplir una cultura burocrática impidiendo una disposición hacia lo nuevo que permita alcanzar el principal objetivo educativo que consiste en generar aprendizaje.  

Además,  dichas administraciones burocráticas se han enfocado principalmente hacia el desarrollo de funciones de forma subordinada y a la previsibilidad de resultados de forma errada sin tener precedentes o estudios con juicio de valor para activar procesos coherentes educativos.

Se ha convertido todo proceso en rutina, con debilidades locales dependientes a una comunicación vertical de orden ascendente donde no es permitida la opinión de los demás integrantes que participan en la cadena de proceso y peor aún no tienen en cuenta aspectos tan importantes como la población que deben atender para satisfacer sus necesidades educativas, presentan falta de especificidad, estandarización reglamentaria, control externo y formal, desacople estructural y falta de cooperación.  

El reto inicial es cambiar la anterior cultura por una cultura de cooperación que promueva el apoyo moral para todos los integrantes, eliminar duplicidad de responsabilidades mediante la coordinación de actividades y responsabilidades compartidas. Esta cultura promueve una mejor diversidad de estrategias y mayor eficiencia docente permitiendo cumplir exitosamente indicadores de enseñanza para mejorar los procesos de aprendizaje de los estudiantes.

La colaboración crea una confianza entre líderes y docentes para abrir camino a  las múltiples innovaciones logrando una retroalimentación y aprendizaje constante que los prepara y actualiza continuamente para responder al entorno que se debe atender, con capacidad y asertividad política para la adecuada elección y filtro de las temáticas, recursos e innovaciones que permitirán el crecimiento continuo para cumplir con los objetivos estratégicos de calidad, equidad, pertinencia de currículos y profesionalización de las acciones educacionales. Este tipo de cultura organizacional debe tener una visión de gestión educativa intervenida de forma sistémica y estratégica.

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