APTITUD Y ACTITUD EN PRL

1. INTRODUCCIÓN

Para realizar una correcta prevención de los riesgos laborales en un trabajo es necesario primero conocer las condiciones de dicho trabajo. Dentro de las condiciones de trabajo encontramos el factor técnico y el factor humano o trabajador.

El factor técnico es la suma del entorno más la tarea. El entorno incluye las características del medioambiente laboral, como los espacios de trabajo, las escaleras, los pasillos, las condiciones termohigrométricas, entre otras. La tarea comprende las condiciones materiales (máquinas, equipos, herramientas), la organización y los métodos de trabajo (turnos, ritmos de trabajo, horarios), el reconocimiento social (salario, estabilidad, posibilidades de promoción) y la carga de trabajo (física y mental).

El factor humano o trabajador constituye las características fisiológicas y psicológicas del trabajador, así como sus hábitos, costumbres, formación o entrenamiento recibido. Es en este factor en el que centraremos nuestra atención en esta actividad, ya que es el trabajador el que realiza el trabajo y el que está en continuo contacto con los equipos, las herramientas, los útiles, las características del entorno y las instalaciones, entre otros. 

En el factor humano o trabajador, hay dos características que influyen en gran medida en la realización de cualquier trabajo y que influyen en los riesgos laborales. Estas son la actitud y la aptitud. Para llevar a cabo un trabajo de la manera más segura posible, el trabajador debe contar al mismo tiempo con una buena actitud y aptitud. 

La actitud determina cómo el trabajador realiza la tarea. Está influida por su disposición y su estado anímico, y deja ver su personalidad. En la actitud de engloban los hábitos, las costumbres o el temperamento del trabajador. Por ejemplo, si un trabajador posee todos los conocimientos requeridos para la realización de un trabajo pero tiene una personalidad descuidada, podrá dar lugar a un accidente en el que él mismo u otros compañeros se vean perjudicados. 

La aptitud determina lo que el trabajador es capaz de hacer, es decir, la capacidad que tiene de poder hacer y saber hacer la tarea. Dentro de esta se encuentran sus conocimientos, su formación y sus habilidades e incluye las características fisiológicas (fuerza, constitución, edad) y las psicológicas (capacidad de concentración, memoria, atención). Permite medir el grado de preparación y entrenamiento que tiene un trabajador. 

2. EL FACTOR HUMANO ANTE LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES

El factor humano es determinante para que el factor técnico de una empresa funcione de forma adecuada, ya que los trabajadores pueden llevar a cabo acciones u omisiones que se traduzcan en circunstancias de riesgo. Dichas acciones u omisiones pueden dar lugar a accidentes de trabajo debido a un descuido, a una imprudencia o a la falta de formación.  Por tanto, aunque en una empresa se implementen medidas técnicas para la prevención de riesgos laborales, estas pueden no ser del todo útiles si no tenemos en cuenta que la acción humana, de forma voluntaria o involuntaria puede echarlas a perder.

Dos características importantes a tener en cuenta dentro del factor humano son la actitud y la aptitud de los trabajadores que forman o que van a formar parte de una empresa. Es imprescindible que valoremos sus capacidades físicas y psíquicas por igual, ya que a estas últimas se les suele dar menos importancia y pueden dar lugar a un gran número de riesgos.

Para la selección del personal que va a formar parte de una empresa, se realiza un cribado observando principalmente las aptitudes de cada aspirante a ese puesto de trabajo, como la experiencia previa, su formación, sus habilidades, entre otros. Es normal que cada empresa fije una serie de requisitos que los trabajadores han de poseer para ser aptos para el trabajo. Posteriormente al cribado, se procederá a la entrevista de trabajo, donde se suelen evaluar las aptitudes del trabajador, además de características pertenecientes a la actitud como la disposición para trabajar. En dichas entrevistas suele suceder que no se valore adecuadamente el factor psicológico de los aspirantes, el cual puede ocasionar gran cantidad de riesgos laborales. Por ejemplo, un trabajador que trabaja en una empresa manipulando maquinaria y que sufre depresión, podría tener un accidente debido a la dificultad para concentrarse que acompaña a dicha enfermedad. 

Por tanto, para realizar una adecuada valoración que evite posibles riesgos laborales relacionados con la aptitud y la actitud de los trabajadores, se deberá seguir el siguiente procedimiento en la contratación de personal: 

1. Pruebas de carácter biológico, para comprobar que las posibles afecciones que pueda poseer el trabajador no supongan un riesgo para él o para los demás al realizar el trabajo.

2.Puebas de carácter psicológico, para comprobar que las facultades mentales son las adecuadas para realizar el trabajo en cuestión. 

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