Acogida e Inducción Unadista. Cátedra Unadista

Aprendizaje Unadista

Olga Liliana Jaramillo Méndez

Angélica  Vannesa Ferro Montoya

Jefferson Andrés Delgado

Jorge Edier Peralta

Julio 2019

Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Acogida e Inducción Unadista

Cátedra Unadista

Tabla de contenido

Introducción        1

Ellas y el holgazán        2

Respuestas a la pregunta, ¿Cómo puede ser la solidaridad un valor fundamental para el desarrollo del trabajo colaborativo?        5

Referencias bibliográficas        7

Introducción

Para Díaz B. (2002), uno de los objetivos más valorados y perseguidos dentro de la educación a través de las épocas, es la de enseñar a los estudiantes a que se vuelvan aprendices autónomos, independientes y autorregulados, capaces de aprender a aprender. Una estrategia de aprendizaje es un procedimiento que el estudiante adquiere y emplea de forma intencional como instrumento flexible para aprender significativamente y soluciona problemas y demandas académicas. El uso de las tecnologías de la información y comunicación son el medio por el cual los docentes diseñan y ofrecen programas en la modalidad a distancia, promoviendo el trabajo colaborativo. Según García P. (2001), la educación a distancia se puede definir como capacitación o formación no presencial que, a través de plataformas tecnológicas, posibilita y flexibiliza el acceso y el tiempo en el proceso de enseñanza-aprendizaje, adecuándolos a las habilidades, necesidades y disponibilidades de cada discente, además de garantizar ambientes de aprendizaje colaborativos. Herramientas de comunicación síncrona y asíncrona, potenciando en suma el proceso de gestión basado en competencias. El aprendizaje significativo y colaborativo se aborda a partir del análisis de las competencias en la formación a nivel superior, en donde la competencia se define como la integración holística de conocimientos, habilidades, actitudes y motivaciones para desempeñarse con éxito en un contexto concreto (Sánchez T. y Díaz A., 2005).

Ellas y el holgazán

[pic 1]

Un día caluroso del mes de julio, paseaba una manada de leones compuesta por siete integrantes.

Uno de ellos era el macho alfa, llamado Tararí este era el más fuerte, imponente y guerrero de toda la selva, era reconocido porque tenía una cicatriz en su ojo izquierdo, esa marca siempre le recordaba que existían otros leones al asecho que querían bajarlo de su trono.

Por otro lado, estaban las leonas, Anubis y Menen, ambas esposas de Tararí; Anubis era la leona más vieja y Menen la leona más joven, cada una dio a luz a dos hermosos leones que se llamaban Horus, Orión, Kuasi y Rigodon.

La manada discutía fervientemente de quien era el turno esta vez de cazar, para poder alimentarse, ya que en los últimos días había sido muy difícil.  Debido a esta situación Tararí estaba de muy mal humor y él como siempre de holgazán, les hablo de manera dominante a las leonas diciéndoles: ¡YO NO VOY A CAZAR! eso es trabajo de ustedes así que yo me quedaré cuidando a las crías.

La leona Menen muy temerosa responde: pero si las crías siempre nos acompañan a la hora de cazar, entonces que vas hacer tú?, el león Tararí sin saber que responder, gira su enorme cabeza al compás de su larga y dorada melena, sigue caminando como si no hubiese escuchado nada pues ya había dado una instrucción y se acostó a esperar.

Anubis y Menen se miraron una a la otra indignadas y al mismo tiempo desconcertadas, por tanto, deciden emprender el viaje hacia una nueva travesía, la leona Anubis que es la más vieja y experimentada le recomienda a Menen cazar de forma sincrónica, acorralando la presa para poder lograr su objetivo y efectivamente funciono.

Las leonas felices y satisfechas del resultado agradecen que por fin iban a poder comer después de varios días sin poder cazar.

Menen le agradece a Anubis por su enseñanza y Anubis le dice no hay nada que agradecer porque tú agilidad y destreza fueron igual de importantes para lograr que cazáramos ese suculento venado, realmente hacemos un equipo increíble, ahora regresemos a casa tenemos una familia que alimentar.

Cuando llegan se encuentran con Tararí hambriento e impaciente, y apenas las ve empieza a rugir fuerte, reclamando su comida enfrentando a las leonas y ellas ya acostumbradas a esa situación dejan que el holgazán coma primero y después de que Tararí queda satisfecho las leonas y las crías pueden por fin disfrutar de la comida.

 Al terminar Menen le dice Anubis que porque no se van de la manada que ellas son independientes y pueden sobrevivir solas, Anubis suspira, la mira y le dice es cierto podemos cazar para sobrevivir, pero recuerda que en nuestra manada todos tenemos una labor que desempeñar y aunque a veces nos disgusta la actitud de Tararí, debemos reconocer que él es quien nos defiende ante otras manadas y eso tan bien es importante porque él es más fuerte que nosotras y aunque quisiéramos defender la manada no lo haríamos igual.

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