Adolescentes

La diversidad es una características del ser humano. No existe persona igual a otra y tampoco existen sociedades idénticas. Las distintas formas de ser, de pensar, de valorar o de expresar ideas y sentimientos, junto con las diferentes físicas y naturales de las personas se hacen presentes en la convivencia cotidiana. La valoración de la diversidad es un principio de convivencia en las sociedades modernas, democráticas, y respetuosas de la dignidad humana, el cual favoreció la expresión de la diferencia, sin temor a ser reprimido o criticado.

Durante la adolescencia, es muy importante convivir con personas diversas y aprender de distintas culturas, pues con ello se afirma la identidad y el autoestima, se fortalece el reconocimiento del otro, se aprende a valorar la diferencia y la tolerancia. Los adolescentes que se relacionan con personas diversas tienen la oportunidad de crear una identidad personal abierta, incluyente y flexible. La diversidad también fortalece la empatìa y la capacidad de adoptar otras perspectivas, pues al convivir de manera respetuosa con personas que piensan diferente y que tiene una cultura distinta, se incorporan otros puntos de vista y aprender a mirar los problemas desde distintos ángulos

Los seres humanos convivimos en diversos grupos sociales: la familia, la esuela, la comunidad o el pais. Estos grupos forman contextos culturales, es decir, ambientes en los que aprendemos a convivir y a comprender el mundo a partir de ciertos valores, normas, costumbres, creencias y tradiciones.

Cada contexto cultural es diferente y se caracteriza por usar cierto lenguaje y formas de comunicación particulares; en cada uno existen ciertas expectativas de comportamiento, de autorrealización personal y de desempeño social.

En general convivimos con personas de otros contextos culturales, lo que da lugar a la interculturalidad, es decir, al intercambio cultural, al dialogo con otras perspecrtivas.

Respeto y solidaridad ante las diferencias físicas y personales

Aprendemos a discriminar en la vida diaria, a partir de opiniones que oímos en nuestro entorno si nos convencemos que todo es cierto. Para vencer a la discriminación requerimos cuando menos dos valores: respeto y solidaridad.

La empatìa o capacidad de ponernos en el lugar del otro, de comprender lo que esta sintiendo y lo que esta pensando es muy importante para convivir, pues permite respetar las diferencias.

Respeto

Para respetar la diversidad, necesitamos conocer a quienes consideramos diferentes y reconocer lo que nos pueden aportar. También debemos cuestionar las actitudes discriminatorias y hacer evidente la falta de respeto.

Muchas veces las personas que discriminan no se dan cuenta que lo hacen, por eso debemos de identificar nuestros propios perjuicios, o sea, lo que pensamos de otros sin siquiera conocerlos, solo basándonos en su apariencia, religión, origen étnico o cualquier

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