Argumentos en contra: Pena de Muerte en Guatemala

Argumentos en contra: Pena de Muerte en Guatemala.

En el año 2000, último año que hubo ejecución en Guatemala, se dejó sin vigencia el decreto ley 159 que establecía el procedimiento para que el presidente de la república decidiera sobre las peticiones de indulto. Esto generó que las personas condenadas no tuvieran acceso a un proceso de indulto, lo que en virtud de la Convención Americana sobre DDHH, hace ilegal cualquier ejecución.

Yo me opongo incondicionalmente a la pena de muerte por considerarla una violación del derecho a la vida y el exponente máximo de pena cruel, inhumana y degradante. El derecho a la vida está reconocido en la declaración universal de DDHH. El comité de DDHH de la ONU ha declarado que todas las medidas encaminadas a la abolición deben considerarse como un avance en cuanto al goce a la vida.

Considero que toda ejecución es un acto que no solo deshumaniza a quienes la llevan a cabo sino también menosprecia el valor que le da la sociedad a la vida. Consideremos que además de la crueldad de la ejecución en sí, conlleva a la crueldad de obligar a la persona condenada a esperar en el corredor de la muerte contemplando la perspectiva de la ejecución. Mientras todos los sistemas de justicia penal son vulnerables a la discriminación y la corrupción, y al error.  La pena de muerte eses irrevocable y una vez aplicada no se puede deshacer.

Me preocupa también que se considere que con la implementación de la pena de muerte se vaya a conseguir de manera eficaz un control de la delincuencia. No existe un dato científico que demuestre que la ejecución tiene un efecto dinosaurio mayor que la cadena perpetua. Las estadísticas de los países que han abolido la pena de muerte muestran que su eliminación no ha provocado un aumento de los delitos previamente castigados con ella.

La Pena de muerte ha sido excluida en casos extraordinarios por el peso y gravedad de la infracción como el genocidio, lesa humanidad y los crímenes de guerra. Estos tribunales especiales la han excluido.

Más de dos tercios de los países del mundo, 141, han abolido la pena de muerte. En 2015 no hubo ejecuciones en 169 de 193 estados de la ONU, lo que representa un 88%

Desde el punto de vista católico la Iglesia enseña, a la luz del Evangelio, que «la pena de muerte es inadmisible, porque atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona», y se compromete con determinación a su abolición en todo el mundo.”

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