Baquero, R. “La educabilidad bajo sospecha”
Enviado por Yamila Sueldo • 11 de Julio de 2016 • Trabajo • 867 Palabras (4 Páginas) • 1.661 Visitas
Baquero, R. “La educabilidad bajo sospecha”
1. La educabilidad para la matriz comeniana es tomada como la capacidad de ser educado, es decir, como capacidad diferencial entre sujetos o grupos de sujetos.
Comenio supone un punto de partida escencial a lo humano que justificará el ideal pansófico, es decir “enseñar todo a todos”. Es propio de la naturaleza humana la dotación de sensibilidad y entendimiento.
El ideal pansófico pivotea sobre el supuesto de necesidad universal y constitutiva de lo educativo para el desarrollo y completud o realización de la esencia de lo humano.
La ingeniería del dispositivo comeniano ha dejado un boceto de lo que podemos entender como la superficie de emergencia y la grilla de especificación de los modos o grados de educabilidad posibles.
La superficie de emergencia la constituirán varios elementos importantes: la inclusión “universal”; la creación de un colectivo de educandos; la presencia de un régimen de trabajo, de regulación de espacios y tiempos relativamente homogéneo; la generación de un método único de enseñanza; la estructuración en forma graduada y simultánea de la enseñanza; y la detección, como consecuencia de la ineficacia del método, de los no educables.
Para Comenio, los desafíos de la educabilidad no deben buscarse necesaria no habitualmente en fallas de la naturaleza de los hombres, sino, en el efecto de las prácticas de crianza o educación humanas.
Existe una doble insistencia comeniana en la insuficiencia del método de enseñanza. Por una parte, por el llamado a aceptar el desafío del diseño de prácticas educativas, que deberían capturar con acierto a una amplia variedad de sujetos, tendiendo al universo. En segundo término, el problema de la educabilidad se dibuja sobre la relación del sujeto con el dispositivo de enseñanza propuesto.
En cuanto a la referencia acerca de la diversidad no remata en la necesidad de crear diversos métodos, puesto que como lo diverso es concebido como aquello que se aleja del ideal de normalidad, tarde o temprano se corregirá. El método tiene como objetivo eliminar las diferencias, puesto que todo tiende a un único patrón de identidad.
La problemática de la diversidad se ha originado más sistemáticamente y con mayor vigor en el área de la educación especial. Además el problema radica en los criterios bajo los cuales definir lo diverso.
Pensar la heterogeneidad puede hacerse según dos versiones: en la versión débil, se percibe lo diverso como una alteridad con respecto a un tipo de homogeneidad; que puede ser relativa al punto de partida de los sujetos de la educación o bien pensarse con respecto a las metas donde un mismo logro relativamente homogéneo sitúa los aprendices en un punto de diversidad.
En cambio para la versión fuerte de la heterogeneidad, se entendería que la atención de la diversidad debería hacerse cargo de la provisionalidad o carácter político de todo enunciado de homogeneidad relativa. La diversidad debe pensarse como una característica de toda población escolar. En tal sentido puede hablarse de diferencia como una manera de señalar aquellos elementos singulares.
Pero ambas perspectivas no toman el problema de advertir cómo la escuela ha desarrollado prácticas de enseñanza bajo la premisa falsa de la homogeneidad de puntos de partida.
Estamos obligados a pensar en cuánto ignoran nuestras prácticas de escolarizació sobre los sujetos y sus diferencias.
Estamos pocos atentos a pensar la diferencia como algo no solo a respetar sino incluso a promover.
Por otra parte la educabilidad se toma desde una matriz vigotskiana que consistía en dos ideas cruciales: la primera será la actividad intersubjetiva la que produce el desarrollo de tipo cultural humano. Y por otra parte trae como consecuencia una variación significativa de las unidades de análisis adecuadas para explicar el desarrollo o los aprendizajes de los sujetos.
No siempre un desarrollo teórico atento a la naturaleza inherente social del desarrollo humando advierte el carácter político de las prácticas educativas entendidos como procesos de gobierno del desarrollo.
Algunos ejemplos de los “usos” de las teorías y prácticas psicológicas en lo educativo pueden encontrarse en el uso ya divulgado de nociones de zona de desarrollo próximo de la obra de Vigotsky.
Se advierte una importancia para el abordaje del tema de la educabilidad de los sujetos y el fracaso escolar, la unidad de análisis adecuada para comprender los desempeños subjetivos y predecir los desarrollos y aprendizajes posibles, implica elevar la mirada y comprender las propiedades situacionales que expliquen el desempeño actual y contienen claves sobre el desarrollo posible.
Esto es, la educabilidad de los sujetos no es nunca una propiedad exclusiva de los sujetos, sino de un efecto de la relación de las características subjetivas y su historia de desarrollo con las propiedades de una situación.
En el marco vigotskiano podemos mencionar un conjunto de puntos importantes: una especie de “psocometrización” de la zona de desarrollo próximo. Además la ponderación de la actividad intersubjetiva sólo como un medio para el desarrollo. Y por último la buena enseñanza como aquella que produce una comunicación sin ruidos o la construcción de significados compartidos sin reparar en el carácter inherentemente asimétrico de las interacciones docente- alumno de las prácticas escolares y de las concebidas en la propia noción de ZDP.
Lo que permite reconocer el marco vigotskiano es que las condiciones de definición de la educabilidad dependen siempre de la naturaleza de la situación de la que es parte el sujeto.
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