Beatriz Fernández: Fundadora y presidenta de Crepes & Waffles

Beatriz Fernández: Fundadora y presidenta de Crepes & Waffles. [pic 1]

Beatriz Fernández, licenciada en administración de empresas por la Universidad del Rosario de Bogotá, Colombia fundó hace 30 años la cadena de restaurantes Crepes & Waffles (C&W), una marca que hoy es una de las principales cadenas de restauración de Sudamérica. Lo que empezó como una idea para salir adelante se convirtió en un negocio exitoso y ejemplar que hoy se consolida como uno de los restaurantes más visitados y mejor valorados por los colombianos.

En un pequeño parking de Bogotá, con un presupuesto mínimo, Beatriz abrió por primera vez Crepes & Waffles; una pequeña crepería estilo rústico francés con una barra de madera y un ambiente joven e informal, en donde buscaba despertar admiración por servir “arte sano con amor y alegría a precios razonables”. El negocio, que empezó con un presupuesto que apenas superaba los 7.000 Euros, no contó con un plan de negocios definido y su único impulso fueron las ganas y la dedicación.

En la actualidad, Crepes & Waffles cuenta con 130 puntos de venta (100 establecimientos en Colombia y 30 franquicias en el exterior), factura más de 80 millones de EUR, registrando crecimientos de doble digito interanuales y situándose dentro del grupo de las 100 empresas más exitosas del sector gastronómico en Latinoamérica.

Su creatividad y deseo de innovar han sido clave para mantener lo que hoy en día es Crepes & Waffles. Debido a esto así como a no perder su identidad inicial y estar pendiente de detalles tales como no dejar envejecer la marca, cuidar cada elemento propio del restaurante, sorprender con nuevas propuestas y, como dice Beatriz: “alimentar el alma y el espíritu”, ha sido reconocida, entre otros galardones, con el premio a la empresaria del año 2010.

El ahorro y la eficiencia  sin agredir a los colaboradores, los grandes volúmenes en las compras y un manejo logístico adecuado, son algunos de los factores que hacen exitosos sus restaurantes. La diferenciación, el valor agregado, los nichos de mercado distintos y la pasión son palabras que están en la vida empresarial de Beatriz Fernández.

En este sentido, la filosofía de C&W se basa en la calidad humana. El estilo de la organización que esta empresaria diseñó se basa en que cada uno asuma riesgos y responsabilidades, al mismo tiempo que toma decisiones, sin importar si se equivocan.

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Los dos aspectos clave que me han hecho identificar a Beatriz Fernandez como una líder ética han sido los siguientes:

Política de contratación y Políticas de Inclusión:

Detrás de una cadena de restaurantes como Crepes & Waffles nadie imagina a una empresaria colombiana que lucha por lograr un equilibrio entre la rentabilidad económica de su empresa y el bienestar de sus empleados. Beatriz Fernandez no tiene los empleados comunes que muchos imaginan o que tiene la competencia sino que desde que se fundó la compañía en 1980, la cadena de restaurantes contrata mayoritariamente a mujeres colombianas que son cabezas de hogar o desplazadas que, en algunos casos, no tendrían opción de trabajar en otro lugar.  C&W utiliza un proceso de selección para lograr inclusión social, donde se benefician personas vulnerables y mujeres cabeza de familia. Esto lo considera cultura empresarial. Sin embargo, la empresa deja claro que no está definida como tal esa política, y que, por el contrario, hace parte de su filosofía, a la cual se hace seguimiento y supervisión desde el área encargada de contratación. Esta medida es un reflejo de la realidad nacional colombiana, en la que gran parte de las familias de estratos sociales bajos son sustentadas por madres que han sido abandonadas por sus parejas y que deben trabajar para mantener a sus hijos.

En palabras de la propia fundadora: "Colombia tiene rostro de mujer y eso se ve reflejado en cada una de las aproximadamente 3.000 trabajadoras que llegan muy temprano a nuestros locales y le ponen pecho y ganas al trabajo para levantar a sus hijos y a sus hogares. Muchas de ellas quedaron solas por la violencia del país o por situaciones personales y aun así continúan con fuerzas para seguir viviendo".

Esta empresaria busca ante todo la calidad humana, la capacidad de iniciativa y las cualidades femeninas dentro del estilo de su organización.

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Beneficios Sociales y Academia SER

Beatriz Fernandez ha implementado en su organización una serie de beneficios sociales entre los que considero muy relevante destacar los siguientes:

Acceso por parte de los empleados a medicina pre pagada (algo muy poco habitual en Colombia).

Préstamo vivienda a tipo de interés cero para los empleados; la empresa les hace un préstamo y les tramita el subsidio que da el gobierno para que puedan tener casa propia, por este préstamo no se cobra ningún tipo de interés y cuentan con asesoría durante todo el proceso de trámites. Para este beneficio, la empresa negocia con las constructoras, lo que les permite lograr reducciones en los precios o regalos adicionales por parte de las constructoras para sus futuras dueñas.

La Academia Sueño S.E.R (acrónimo de Servicio, Evolución y Revolución): Desde la creación de la empresa Beatriz ha tenido como un objetivo prioritario llevar a cabo una serie de talleres, charlas y capacitaciones con el objetivo de fortalecer aspectos académicos, laborales y de inteligencia emocional de sus empleados. En ella se desarrollan diversas actividades relacionadas con las artes como la pintura, la danza, el canto o incluso talleres de liderazgo, entre otros, que permiten educar, formar, guiar y recrear a un elevado número de empleados, fortaleciendo a la vez el vínculo que existe entre los estos y la empresa.[pic 4]

La Academia Sueño S.E.R ha sido un espacio fundamental para el contacto de la organización con su talento humano, ésta se encuentra dedicada a satisfacer al “cliente interno” por medio de la capacitación y el arte, el cual es empleado para transmitir sabiduría y mensajes positivos a las empleadas, velando por mejorar la calidad del personal, algo que para la fundadora de C&W se traduce en calidad de los productos.

Esta nueva cultura empresarial, a pesar de que tuvo sus críticas y escepticismo en sus inicios, ha logrado arrojar resultados impensables en el rendimiento, compromiso y desempeño de los trabajadores en la empresa.

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