Bienes públicos. De los beneficios privados a los colectivos

Bienes públicos.

De los beneficios privados a los colectivos.

En la conocida historia de Daniel Defoe (primera edición 1719), Robinson Crusoe naufraga en una isla y se encuentra en un estado de aislamiento. Solo en la isla, Crusoe no tiene contacto social con otros. Como está solo, su consumo es privado suyo. No hay bienes de los que se beneficie colectivamente con otros, y no surgen dudas sobre compartir costos con otros.

Los beneficios y costos compartidos surgen si Crusoe no vive solo en la isla. Supongamos que vive en una casa con otros. Entonces, una casa proporciona un beneficio colectivo a través de un refugio para todos los miembros de la familia. El hogar confronta las decisiones colectivas sobre el tamaño de la casa y la asignación de habitaciones dentro de la casa. Otras decisiones colectivas pueden incluir el menú de la cena. Si la isla tuviera electricidad, el refrigerador proporcionaría un beneficio colectivo a los miembros de la familia, al igual que un lavaplatos y una lavadora. Las decisiones sobre el gasto y el suministro de estos bienes que proporcionan beneficios colectivos se toman dentro del hogar.

Cuando la población de la isla crece a dos hogares y tres, y más allá, otros bienes proporcionan beneficios colectivos. Por ejemplo, debe tomarse una decisión acerca de cuántas horas debe contribuir cada hogar a la construcción de una infraestructura de senderos y caminos, o debe tomarse una decisión sobre cómo vigilar a los barcos que pasan o cómo compartir el costo de la construcción y el costo de la construcción manteniendo un faro. Estos son bienes públicos que benefician a todo el público o la población de la isla.

Un bien público no es público porque la oferta se decide por política pública o porque los bienes se financian públicamente a través de un gobierno en la isla. El aspecto de identificación de un bien público no es si se paga para una financiación privada o pública, sino si se beneficia una persona o varias personas. Sólo una persona a la vez se beneficia de un bien privado. El beneficio de un bien público es colectivo, para un número de personas.

Esperamos que se introduzcan muchos tipos de bienes públicos a medida que aumenta la población de la isla. Se establece una fuerza de defensa para brindar seguridad a los habitantes de la isla. El estado de derecho se establece a través de la policía y un sistema judicial. Se establece una agencia antimonopolio (o antimonopolio) para supervisar el mantenimiento de mercados competitivos. Senderos y caminos se convierten en caminos y carreteras. Se construyen puentes. Se establecen parques nacionales y locales. Se introducen transmisiones de radio y televisión Hay disponibles instalaciones de telecomunicaciones que permiten el uso de teléfonos, máquinas de fax e Internet. Los programas de inmunización preventiva protegen contra enfermedades infecciosas y contagiosas. El transporte público se introduce (el transporte público es un bien público. No porque el transporte esté disponible para el público, sino porque varias personas lo hacen de manera simultánea) beneficiarse de un autobús o tranvía o tren). Un servicio meteorológico proporciona un bien público al proporcionar previsiones meteorológicas. La educación proporciona un bien público a través de los beneficios para toda la población de conciudadanos más educados. Un museo, biblioteca y quizás un zoológico también brinde un beneficio colectivo a los residentes de la isla. Las embajadas y consulados se establecen en lugares alejados.

El conocimiento proporcionado por las invenciones e innovaciones es un bien público. Las personas pueden usar nuevos conocimientos para su beneficio personal una vez que se han puesto a disposición. Por ejemplo, la investigación puede revelar que ciertos tipos de consumo o comportamiento son perjudiciales para la salud personal, permitiendo que las personas realicen cambios que mejoren su bienestar.

Los bienes públicos también toman la forma de una opción para utilizar un bien o servicio. Muchas personas se benefician simultáneamente de la opción de usar una ambulancia o un hospital o llamar al departamento de bomberos. Todo el mundo prefiere que tales opciones sean solo opciones. Sin embargo, aunque nadie puede desear usar estos servicios (hay excepciones, por ejemplo, las salas de maternidad del hospital), la opción de usar el servicio proporciona un beneficio público a todos los usuarios potenciales. Lo mismo se puede decir de un salvavidas en la playa y de los bomberos. Preferimos que un salvavidas no tenga nada que hacer y que los bomberos también estén inactivos. No obstante, deseamos que los salvavidas y los bomberos estén de guardia si los necesitamos.

Bienes públicos puros e impuros.

Los bienes públicos pueden ser puros o impuros. Un bien público puro proporciona el mismo nivel de beneficio para todos, independientemente del número de usuarios. El beneficio para cualquier persona por lo tanto no es a expensas de ninguna otra persona.

La figura 2.1a muestra los beneficios de un bien público puro. El beneficio individual es constante a medida que aumenta el número de usuarios. Un bien público puro también puede ser un bien público local. Es decir, los beneficios pueden estar disponibles localmente para las personas en un área. Las carreteras locales no relacionadas, la protección de la policía local o los servicios locales de salud pública son bienes públicos puros que benefician a las personas en un área en particular.

El beneficio individual de un bien público impuro disminuye con el número de usuarios debido a los efectos de la congestión. El mismo bien público puede ser, en diferentes momentos, puro o impuro (es decir, congestionarles). Una carretera en 3A.M. puede ser un bien público puro, mientras que en 8A.M., cuando se ahoga con el tráfico en hora pico, la misma carretera se convierte en un bien público impuro. La Figura 2.1b muestra los beneficios de un bien público que es puro hasta un número n de usuarios, después de lo cual comienza la congestión y el beneficio del uso disminuye a medida que aumenta el número de usuarios. Una vez que el número de usuarios ha alcanzado n2, el bien público produce un beneficio negativo. Podemos imaginar coches que no se mueven en una carretera congestionada; Reflejando el beneficio negativo común, después de que los autos estén en la carretera, las personas están en principio preparadas para pagar la salida de la autopista.

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Cuando nos referimos a bienes públicos, nos referiremos a bienes públicos puros o bienes públicos que no están congestionados, a menos que indiquemos lo contrario.

Exclusión y usuarios gratuitos.

A menudo es imposible excluir a las personas de los beneficios de los bienes públicos. El estado de derecho, por ejemplo, protege a todos de la anarquía. Los programas de salud pública también benefician a todos al erradicar las enfermedades comunicativas. Cuando la exclusión del beneficio no ocurre o no puede llevarse a cabo, una persona puede beneficiarse del gasto en bienes públicos por parte de otros. Llamaremos intentos de beneficio sin pagar personalmente conducta libre. Para ilustrar la conducción libre, supongamos que varias personas en la isla de Crusoe tienen barcos de pesca y que Crusoe propone que se construya un faro. Algunos propietarios de embarcaciones pueden afirmar que no tienen la obligación de contribuir a la financiación de un faro porque son muy felices sin un faro. Una vez que el faro se ha construido sin su participación, se benefician de la seguridad adicional debido a la presencia del faro.

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