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Bisexualidad


Enviado por   •  3 de Abril de 2013  •  1.307 Palabras (6 Páginas)  •  1.001 Visitas

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Bisexualidad

La práctica bisexual en el medio rural

Entrevista con Juan Carlos Hernández, Investigador Social

Manuel Zozaya

Uno de los fenómenos que la epidemia de sida está mostrando a la luz es la existencia de una práctica (y una subcultura) bisexual mexicana muy extendida en ciertas áreas rurales y grupos específicos urbanos. Para abordar esta cuestión entrevistamos a Juan Carlos Hernández Meijueiro, quien ha realizado una extensa investigación (que ya dura cuatro años) sobre las prácticas bisexuales de los varones en dos comunidades veracruzanas. Veamos lo que nos dice al respecto.

“En nuestras culturas urbanas no existe una identidad bisexual, como existe una identidad gay, en cambio en otras regiones como los ranchos de Veracruz o de Jalisco sí existe la figura del mayate. En nuestra organización, Xochiquetzal llevamos tres años trabajando en dos comunidades rurales de la costa veracruzana en donde la cultura sexual es muy diferente a la nuestra. Por ejemplo, es mucho más fácil que se hable del gay, del travesti, le dicen choto y le podrán hacer burla en la calle, chotearlo ¿no?, pero es impensable no invitarlo a la fiesta de la familia a él y su pareja, al que llaman mayate. Los mayates son jóvenes que desde chavos empiezan a conocer a los chotos y a tener relaciones sexuales con ellos, pero al mismo tiempo tienen novia, les gustan también las mujeres. En ese sentido serían bisexuales como objeto de deseo, pero no se sienten gays. Son hombres. En todo caso, mayates.

“Hemos entrevistado mayates y encontramos una doble moral. Ellos dicen que no se enamoran de los chotos, nomás se divierten con ellos pero no se dejan besar ni penetrar, pero al entrevistar a los chotos dicen que eso no es cierto. Algún chavo mayate en un rancho, ya en confianza, lo describía de la siguiente manera:

Algunas veces uno se pone loco, será la luna, güero, la luna nos puso maniacos, estábamos embramaos, nos embramó la luna.

“Así dice y yo me imagino un lunononón tremendo y entonces uno sí puede dejarse hacer lo que sea, sobre todo si está borracho. Ellos dicen que esa región es la tierra del aguacate, el que no es choto es mayate”.

“Entonces el mayate, visto desde la crítica occidental urbana sí es bisexual, pero para ellos ese es un concepto ajeno. A una señora, ama de casa, cuyo hijo y su amigo son mayates le preguntamos qué piensa de los gays y responde:

Pus así son, como la matita del café, así crecieron.

“Y todos saben quién mayatea y quien no y hasta se lo gritan en la calle. Se chotean, se burlan de los gays, pero del mismo modo que se burlan de los mayates y de los gordos, de los guapos y del rey feo y de la reina. Se burlan de todos porque es una cultura festiva.

“Yo he encontrado que incluso hay mayates que se enamoran de los gays y reproducen el machismo heterosexual que tienen con sus esposas. Al choto le ponen casa, lo protegen, lo celan mucho y al mismo tiempo reconocen que tienen además su esposa.

“Un estudio en la cuenca del río Papaloapan que publicó recientemente el periódico Política de la Ciudad de Jalapa afirma que un 63 por ciento de los hombres entre 12 y 40 años reconocen tener prácticas sexuales con hombres además de con mujeres. En todo caso son muchos más de los que se ven porque la doble moral obliga a esconderlo. Esto además va acompañado de la cultura del alcohol que acompaña la construcción del género masculino. Entonces si le sumamos que la homofobia sólo se puede manejar atarantando la censura interna, el alcohol funciona, es excelente para esto; me desinhibe, permite que reconozca deseos que sobrio no reconozco, me permite hacer cosas que sobrio no haría.”

La puntita del iceberg

“Existe una profunda ignorancia

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