Bolivia: Código de Familia

• Bolivia: Código de Familia

Artículo 193.- El matrimonio, la familia y la maternidad están bajo la protección del Estado.

Artículo 194.- El matrimonio descansa en la igualdad de derechos y deberes de los cónyuges.

Las uniones libres o de hecho, que reúnan condiciones de estabilidad y singularidad, y sean mantenidas entre personas con capacidad legal para contraer enlace, producen efectos similares a los del matrimonio en las relaciones personales y prematrimoniales de los convivientes y en los que respecta a los hijos nacidos de ellas.

Artículo 195.- Todos los hijos, sin distinción de origen, tienen iguales derechos y deberes respecto a sus progenitores.

La filiación se establecerá por todos los medios que sean conducentes a demostrarla, de acuerdo al régimen que determine la ley.

Artículo 196.- En los casos de separación de los cónyuges, la situación de los hijos se definirá teniendo en cuenta el mejor cuidado e interés moral y material de estos. Las convenciones que celebran o las proposiciones que hicieren los padres pueden aceptarse por la autoridad judicial siempre que consulten dicho interés.

• La iglesia defiende a la familia

“El futuro de la humanidad se fragua en la familia”, recordó en diversas ocasiones Juan Pablo ll. Este planteamiento no es otra cosa que una manera positiva y realista de aproximarse a un hecho que resulta capital: la decadencia, subdesarrollo, crisis o desorientación de un pueblo o una nación, está estrechamente ligado a la suerte de la familia.

De ahí el valor social de proteger la familia. Por eso, al hablar, ha sido destacado lo que podemos llamar el argumento antropológico. En el corazón de toda esta preocupación está la persona humana, la única criatura que Dios ha querido por sí misma.

• La familia y los derechos humanos

Entre otros derechos fundamentales la Declaración reconoce a la Familia como “elemento natural y fundamental de la sociedad” (Artículo 16).

De importancia fundamental para la promoción de los derechos humanos es reconocer los “derechos de la familia”, lo que implica la protección del matrimonio en el marco de los “derechos humanos” y de la vida familiar como objetivo de su ordenamiento jurídico.

El modelo de familia ha cambiado de unos años a esta parte, la mujer trabaja fuera del hogar igual que el hombre, las labores de la casa y el cuidado de los hijos se reparten entre ambos, etc. La familia como institución debe ir adaptándose a los cambios de los tiempos, pero el hogar, como campo de encuentro por excelencia, no está sujeto a variaciones.

Esa experiencia de compromiso y participación solidaria propia de la vida de familia representa su aportación fundamental a la sociedad, pues constituye la primera e insustituible escuela de socialización, como base para las relaciones comunitarias más amplias, en un clima de respeto, diálogo, justicia y solidaridad.

• Estado de bienestar y sociedad del bienestar

El Estado como organización política es imprescindible en una sociedad moderna, pero este se ha de organizar de tal manera que cumpla su función de servicio a la persona y no de aparto de dominación de esta o de los grupos en que se juntan o asocian las personas.

Los denominados servicios sociales han venido a recaer de forma casi exclusiva sobre los Estados: sanidad, educación, pensiones, empleo, servicios asistenciales. Estos servicios se han ido sumando a otros que las administraciones públicas habían asumido anteriormente: abastecimiento de agua, gas y electricidad, comunicaciones telegráficas y telefónicas, transporte, vivienda, recolección de residuos sólidos, etc.

El estado del bienestar ha determinado que los individuos y grupos sociales, entre ellos la familia, hayan acabado siendo subsidiarios del Estado, o instrumentalizados por este, implicando en cierto modo una desarticulación en la labor por parte del Estado, concerniente en la protección

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