Buen Vivir En El Ecuador
Enviado por chun_chuncita • 10 de Julio de 2013 • 987 Palabras (4 Páginas) • 514 Visitas
¿Felicidad vs. Buen Vivir?
Holger Paúl Córdova
La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó al 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad.
La felicidad, asociada al imaginario de un modo de vida sustentado en la economía de consumo, ha creado prácticas y subjetividades orientadas a legitimar la reproducción social basada en la mercantilización de los derechos y servicios, la privatización de oportunidades, la exclusión para el desarrollo de capacidades y el sometimiento de la condición humana a los propósitos y bondades del capital –en su perspectiva de ponerle un precio a todo acto humano y de constreñirlo a la lógica de la oferta-demanda-costo-.
Frente a ese canon capitalista de la felicidad –para asegurar la autoexpansión capitalista-, nuestro país y algunos de Latinoamérica buscan construir otro paradigma: el Buen Vivir-Sumak Kawsay, como otra forma de desarrollo, que interpele este concepto y empiece por replantear lo que concebimos por vida y cómo vivimos, para sugerir otra forma de crecimiento humano sustentado en la comprensión y apoyo con la naturaleza, la sociedad, el mercado y el Estado.
El Buen Vivir se presenta como un constructo social posneoliberal, que pretende superar las marginaciones y desigualdades existentes, mediante un conjunto de derechos, bienes y sistemas que constituyan las políticas públicas. Y esa dimensión social radica en que es una construcción amplia de quienes conforman la sociedad, no es un concepto dado y acabado, sino una articulación que recoge visiones occidentales, orientales y andinas para también superar ese referente de la felicidad consumista.
Cuando uno de los errores del análisis económico contemporáneo ha consistido en utilizar el poder adquisitivo de las y los consumidores, según su ingreso o su gasto, para formular las condiciones de felicidad-bienestar en la población, cabe problematizar en las siguientes cuestiones: ¿Nos correspondería, acaso, elegir qué queremos buscar en nuestras vidas: Felicidad o Buen Vivir? ¿Puede ser la felicidad una medida para el Buen Vivir (BV)? ¿Podemos medir ambos bajo los mismos parámetros? ¿Son ambos asimilables y se reconocen mutuamente? ¿Es la calidad de vida su única medida y bajo qué ópticas? ¿Podemos endilgar ese legado histórico de comprensiones sobre la felicidad al BV? ¿Si buscamos romper el pasado de una civilización de la dominación es posible asimilar felicidad con Sumak-Kawsay? ¿Qué necesitamos para ser felices, y si aquello que anunciamos es homologable también para el Buen Vivir? ¿Cómo convertir su enunciado constitucional a un conjunto de prácticas socio-estatales –de abajo hacia arriba-? ¿Hasta dónde puede deslindarse el Buen Vivir de la felicidad -en su herencia hegemónica del capital-? ¿Cómo puede el BV establecer su relación con las religiones y, en ese marco, debe asumirse en ellas? ¿Cómo enfrenta, desde ese ámbito, sus diferencias con la felicidad? ¿Son la Constitución y el Plan Nacional para el Buen Vivir los instrumentos suficientes para entender las formas de dinamizar su evolución? ¿Qué pasa con las y los ciudadanos que no creen en los
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