Byung Chull Han. La sociedad del cansancio 2° capitulo Más allá de la sociedad disciplinaria
Enviado por Edward Beltran Rincon • 25 de Marzo de 2022 • Documentos de Investigación • 404 Palabras (2 Páginas) • 97 Visitas
Byung Chull Han. La sociedad del cansancio 2° capitulo Más allá de la sociedad disciplinaria.
Mundialmente las sociedades se habían venido rigiendo a una filosofía de tipo disciplinario. En el cual las personas se desarrollaban en un ambiente en el que se debía hacer caso. El entorno estructural de las ciudades se regía a edificios que se encargaban de establecer esa doctrina. Las personas eran catalogadas como sujetos de obediencia. Con el desarrollo de las mismas, vino un nuevo termino que se centra en las sociedades contemporáneas. Este es, sociedades de rendimiento. En estas sociedades no se encuentran los arcaicos centros de la sociedad disciplinar. Hablando estructuralmente. De igual forma los sujetos de obediencia pasan a ser sujetos de rendimiento. Con esto, se puede hacer una comparación en la realidad y exponer cual de las sociedades de cada país se centra en uno u otro modelo. Aunque es literal la definición que los autores le dan a cada tipo de sociedad, considero que en los dos tipos expuestos hay excesiva injusticia y los sujetos se ven obligados a la misma explotación. Aunque en la sociedad de (“No poder”) disciplinaria el sujeto puede escalar y alcanzar una posición privilegiada, siempre va a existir inconformidad de parte de los sujetos que están en el fondo de la sociedad. Cero equidades. En el caso de la sociedad (“del poder, sin límites”) aunque parece que de cierta forma hay una igualdad un poco notable, se elimina en el momento que el sujeto se ve entregado a un rendimiento desmesurado, que no lo lleva a enloquecer o volverse criminal como en la sociedad disciplinaria, sino a estados de depresión. E incluso el suicidio. Aunque la productividad de la sociedad de rendimiento es verosímil, se olvida de un factor humano que es fundamental para vivir honorablemente. Así que, a mí parecer una sociedad justa y honorable no tiene que regirse a conceptos ya cimentados. Debe basarse en el respeto, la justicia y sobre todo empatía. Algo que de todas formas suena absurdo. Ya que hemos crecido con conceptos como “nacer en una cuna de oro” y a la larga nadie escoge nacer en una familia adinerada o no. Aunque todos, nacidos o no en un hogar con comodidades debemos entender la necesidad que pueden tener las demás personas. De esta forma se cuela la definición de la palabra que con esta he resaltado tres veces “EMPATÍA”.
Por: Eduar A. Beltrán Rincón
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