CASO DE EDUADO MARTINEZ- REINTEGRO DE PAGO DE TIEMPO DE SERVICIOS Y MALTRATO LABORAL

CASO EDUARDO MARTINEZ- REINTEGRO DE PAGO POR TIEMPO DE SERVICIO Y MALTRATO LABORAL

Hoy voy a dejar mi ego, mi imagen y la vergüenza de lado, deseo que todos se enteren del MALTRATO Y HOSTILIDAD LABORAL AL QUE FUI VICTIMA EN MI CENTRO DE TRABAJO “BOTICAS PEDRO” y que después de leer estas líneas la compartan con sus amigos

Mi nombre es Eduardo Martínez Suárez, vivo en familia con mi esposa y mis dos hijos, tengo 41 años, de profesión administrador y trabajo en BOTICAS PEDRO Perú S.A, una de las cadenas más grandes de Boticas del Perú.

Siempre motivado a hacer bien las cosas, el día 13-03-19 ingresé a laborar. Era casi la 1:00 pm y me dirigía a almorzar cuando recibí la llamada de mi coordinador Sr. José Chilcón indicando que mi Jefe Sr. Héctor Guevara quería hablar conmigo para responder una consulta que había hecho un día anterior, (mi jefe una persona que nunca se preocupó por ocultar su antipatía hacia mí y que en muchos momentos por jerarquía de su puesto intimidaba al personal sin que nadie pudiera opinar).

Al consultar de que se trataba me habló acerca de los proyectos de la empresa y que de entro de ellos mi cargo ya no estaba considerado, acto seguido me dijo que ya no continuaría trabajando y que vaya al área de remuneraciones a firmar. Al escuchar esto me quedé helado… ¿Dónde estaban los valores que me dijeron que se practicaba? ¿Dónde estaba el amor por las personas?¿Dónde quedó el gran resultado de los dos años de trabajo, de un ahorro a la empresa en pérdidas económicas de más de 6 millones de soles?¿Dónde quedó el respeto y valoración por un trabajador que fue traído de una empresa hermana, para dar vida a un nuevo equipo de trabajo?¿Dónde quedó la promesa de ascenso? Nunca lo sabré. Cuestioné entonces el no haber recibido una información formal, la respuesta que obtuve fue que debía dejar de trabajar desde ya. Ante la situación indiqué a mi jefe que debía asesorarme antes de firmar algún documento y pedí permiso para ir a mi oficina a retirar mi celular…

” EL MOMENTO DEL MALTRATO Y HOSTILIDAD A MI PERSONA HABÍA INICIADO”

Mi jefe muy ofuscado llamó al coordinador José Chilcón (adjunto de su cargo) y le pidió que me escoltara hasta la oficina de remuneraciones, volví a indicar que debía llamar a mi asesor legal, pero me negó tal hecho. Pedí que me permitan ir a almorzar para luego dirigirme a remuneraciones; sin embargo, la respuesta del jefe Héctor Guevara fue que no podía almorzar y que era una orden que debía cumplir.

Recordé al Sr. Héctor Guevara que mis derechos laborales estaban siendo vulnerados al no permitirme almorzar y que tenía el derecho hacer uso de mi celular para asesorarme, así que me dirigí a mi oficina y retiré mi equipo celular, siempre escoltado, por el coordinador José Chilcón que en todo momento me decía que él no estaba de acuerdo con el maltrato cometido por parte del Jefe. En todo el camino trató de persuadirme a que no haga problemas y que si no quería firmar que no firme nada, no entendía que trataba de decirme con la frase de “no hagas problemas“

“GRITOS, PALABRAS SOECES E INTIMIDACIÓN”

Ingresé a la oficina de remuneraciones y fui recibido por el Jefe de dicha área, Sr. Marco Luna, me preguntó que había pasado y le conté todo lo antes descrito, resaltando que me sentía totalmente maltratado como trabajador pues no se me había informado formalmente la decisión de separarme de la empresa y que no había un motivo justificado para hacerlo. En pleno diálogo, hace su ingreso un joven que se presentó como el abogado de la empresa siendo su nombre Gonzalo Casapía. Esta persona al ver que mi teléfono estaba encima de la silla, me pidió que le diera mi número, hecho que me pareció sumamente extraño por lo que le pregunté ¿Para qué quería mi número? y me respondió que era para estar en contacto; su respuesta me causó más extrañeza y respondí que se lo daría posteriormente, acto seguido vi como su expresión fue cambiando, tornándose en un rostro que expresaba molestia y con voz subida de tono empezó a increparme el ¿Por qué? lo estaba grabando, de igual forma, el jefe de remuneraciones, me reclamó de manera airada y con el dedo índice señalándome el rostro me dijo: tú, el que hablas de valores y ética, estas grabando sin mi autorización. Al notar que ambos estaban perdiendo el control les pedí que se calmaran y conocedor de mis derechos ciudadanos, les indiqué que no los había grabado y que me estaba grabando a mí, en una conversación por mi seguridad, siendo este acto permitido, más aún cuando se trata de “mi conversación” MEDIO PROBATORIO: Audio grabado del diálogo sostenido hasta ese momento con ambas personas.

Mi repuesta motivó la ira del joven abogado, quien de manera agresiva lanzó palabras soeces ..”Aquí no vamos a venir con putamadre o con carajazos”.Le volví a pedir que se calme porque yo no estaba hablando lisuras y tampoco acostumbrado a que me gritaran y le pedí a la otra persona dejar de señalarme pues era una provocación, sin embargo ambos continuaban hablando del respeto sobre una grabación sin su consentimiento. Nuevamente pedí que bajaran el tono de voz pues indiqué que escuchaba bien, continuaron las mofas hacia mí y la discriminación hacia mi puesto de trabajo, el abogado me dijo:”mira compadre” y yo le aclaré que me llame por mi nombre que es Eduardo pues “compadre” no somos. Entonces el jefe de remuneraciones me dice irónicamente.”Qué quieres que te diga Sr. Eduardo Martínez”, este hecho me significó humillante, pues eran dos personas atacándome y sin razón legal; por tal motivo y por tercera vez advertí que si no se calmaban y no hablábamos del tema contractual y de remuneración, no había sentido quedarme a escuchar los gritos e insultos, adicionalmente le indiqué que en todo caso tendría que llamar a mi asesor legal para que escuchara lo que me decían; al notar que continuaban, dije buenas tardes pero de esta manera no podemos conversar y me retiré…..

“EXHIBIDO Y TRATADO COMO UN DELINCUENTE “… Saliendo el coordinador me preguntó: ¿Qué fue cholo firmaste?, (se notaba que quería que firmara un documento), tal vez subestimándome. Le indiqué que no, pues adentro había sido víctima de insultos y gritos. Y cuando creía que esto había sido malo, vino lo peor, delante de mí estaba otra persona más se trataba de uno de los técnicos de seguridad electrónica Sr. Daniel Cabanillas, quien al verme me dijo: tú sabes cómo soy, pero el jefe me ha mandado para que apoye al hombre, refiriéndose al coordinador; este hecho me causó una total vergüenza pues muchos trabajadores observaban como me trasladaban como si fuera un delincuente, injustamente y sin saber por qué. Mi imagen por los suelos, mi buen trabajo en

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