CIUDADANIA

CIUDADANÍA Y CIVISMO UNA TAREA DE TODOS

Actualmente en nuestro país el común denominador de las personas manifiesta una concepción vaga del significado de ciudadanía y civismo ya que el comportamiento cotidiano de la sociedad es egoísta, inmoral, con ausencia de valores y ética aplicada a la mayoría de las acciones diarias, entendiendo como un comportamiento normal la exigencia de derechos personales y el olvido – descuido de los deberes para con la nación y la sociedad.

La muestra de esta conducta tiene ejemplos cotidianos graficados en el comportamiento de las personas, donde la falta de respeto al adulto mayor y a los niños es el pan de cada día, específicamente en el transporte público donde son tratados como un grupo vulnerable sujeto a discriminación y abuso. Resalta también la némesis de la moral y los valores: los vicios, esa conjunción de acciones que atentan no solo contra la propia persona victima desprevenida, cuya voluntad queda perdida en un mundo sórdido que rebaja a las personas degradándolas, sino que además nos afecta a todos como sociedad ya que estas personas sumergidas en los vicios son testimonio ambulante para niños y adolescentes que observan diariamente otra conducta, en algunos casos la adoptan como algo normal, dichos vicios manifestados en drogadicción y alcoholismo, están presentes en todos los extractos sociales, en todas las edades –preocupantemente cada vez más en menores- y sin discriminar género, lo que a su vez genera delincuencia, violencia, prostitución, robo y otras manifestaciones de perdición.

Esa ausencia de civismo se ve reflejada básicamente en la perdida de respeto tanto individual, como colectiva lo que trasciende o deriva en otros males como discriminación de cualquier índole, hacia nuestros arraigos culturales negando un rico pasado milenario del cual cualquier Nación se sentiría orgullosa y por otro lado nos alienamos a modelos extranjeros que nos hacen olvidar nuestra identidad de ser peruanos, y por tanto, nos hacen perder nuestra identidad personal, ya que esta forma parte de nuestra identidad cultural. Si se deja de lado nuestra cultura, pues estaremos perdiendo parte de nosotros, en tanto no podríamos identificarnos como dignos ciudadanos.

Pero estas líneas no estarían completas si es que solo nos limitamos a plasmar la cruda realidad, lo que tenemos que hacer es también manifestar puntos de vista que presentar un panorama de solución, pasando de la posición a la acción; por lo que creo que la solución a esta pérdida de moral, respeto, valores, autoestima y civismo es la “educación”.

La educación manifestada en todos los niveles: en el hogar con el ejemplo de los padres –ya que una imagen vale más que mil palabras- hablando mediante el testimonio respondo con ética y respeto ante los problemas cotidianos de la vida.

La educación en los colegios; tocando temas que aquejan a nuestro

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