COMENTARIO CRÍTICO BOURDIE

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

Licenciatura en Ciencias Sociales

NOMBRE: Julieth Alejandra Leal Hernández

CÓDIGO: 20211255067

Seminario de Lenguaje, estética y sociedad

COMENTARIO CRÍTICO DE LA OBRA ¿QUÉ SIGNIFICA HABLAR? ECONOMÍA DE LOS INTERCAMBIOS LINGÜÍSTICOS CAP. 2 LENGUAJE Y PODER SIMBÓLICO.

Bourdieu hace una evaluación de la forma en que se configura el poder a través del discurso, mirando de manera aplicada este análisis del ejercicio del poder discursivo. El lenguaje tiene una característica performativa que ha sido estudiada en ciertas construcciones discursivas como; cuando hacemos una promesa, juramento o declaración, esta cualidad formativa tiene gran poder simbólico en la estructura de la sociedad, nombrando, clasificando grupos o cosas, la palabra percepción del mundo, es una forma de estructurar y también depender de las facultades de que gozan los agentes que realizan funciones de denominación y clasificación.

Bourdieu afirma que “nunca aprendemos el lenguaje si no aprendemos al mismo tiempo sus condiciones de aceptabilidad”, razón por la cual la aceptabilidad del lenguaje depende de aprender lo apropiado que sería en determinada situación un discurso o producto lingüístico. Bourdieu trata de desnaturalizar la lingüística Sausseriana para redimensionar el habla como fenómeno social multidimensional complejo, y con ello ganar comprensión del significado profundo del hablar. El discurso no es sólo un mensaje que se encuentra destinado a ser descifrado, también es un producto que se pone a disposición de otros y cuyo valor se determina en relación con otros productos. La influencia del mercado lingüístico, manifestada en forma de timidez o de horror teatral en la retórica pública, se manifiesta en los intercambios más triviales de la vida cotidiana

Los mercados lingüísticos reflejan estructuras sociales y, por lo tanto, establecen reglas para la producción del habla, de ahí la preocupación de cuestionar los comportamientos del habla en relación con las condiciones sociales de la fabricación. Si conocemos las leyes del mercado de la lengua, las transacciones discursivas entre hablantes, principalmente, veremos que las relaciones de poder simbólico se traducen en habla, y este poder se conserva, inscrito en los cuerpos individuales y en posiciones de poder en el cuerpo social.

En cada contexto social encontraremos tanto modelos socioculturales de aceptabilidad como de censura del discurso producido en determinadas capacidades comunicativas con significados como el valor y la producción menos capaz de identificar la situación y modificar la estructura de la oración. Es en la intersección de este conjunto complejo de relaciones donde se debe crear, analizar e interpretar el discurso. La autoridad del lenguaje es dada desde afuera, por lo tanto, lo más que logra el lenguaje es representar esa autoridad simbólica, la institucionalidad de un lenguaje administrativo solemne, con ciertas características de estilo de un profesor, un cura o una autoridad política, es dada por la posición que ocupan y no por el lenguaje en sí mismo. En resumen, la eficacia simbólica de las palabras, solo funciona hacia si el que la acepta o los receptores, conocen al portavoz como habilitado para emitir el discurso de autoridad.

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