COMO SON LOS INCONTABLES SACRIFICIOS, UN SOLO OBJETIVO: COLOMBIA POR LA PAZ
Enviado por yubelyvelasquez • 18 de Octubre de 2015 • Ensayo • 1.943 Palabras (8 Páginas) • 165 Visitas
INCONTABLES SACRIFICIOS, UN SOLO OBJETIVO: COLOMBIA POR LA PAZ
MABITH YUBELY VELÁSQUEZ SALCEDO
DRA. DIANA PATRICIA VANEGAS LÓPEZ
UNIVERSIDAD MANUELA BELTRÁN
DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
BOGOTÁ, 2013
INCONTABLES SACRIFICIOS, UN SOLO OBJETIVO: COLOMBIA POR LA PAZ
Colombia ha pasado por muchos años de dolor, con esta guerra absurda que hemos tenido entre hermanos, entre hijos de una misma bandera, han sido suficientes las masacres, los muertos, los mutilados, las viudas, los huérfanos que nuestra patria ha puesto durante estos años de terror; a este dolor se le adeuda que cualquier ilusión de parar esta absurda guerra merezca a la luz de la cordura cualquier sacrificio de parte de nuestro Gobierno, de nuestros ciudadanos, de nuestras víctimas y hasta de nuestros victimarios; pero Colombia necesita más que el sacrificio de los suyos, el apoyo, el reconocimiento y el respeto de los ajenos, de parte de todos los Estados y las entidades del mundo.
El dolor que ha sumido por años a este país tiene por fin una verdadera luz de esperanza, y aunque eso implica una verdadera aplicación de las políticas de perdón y olvido, de quienes sufrieron los horrores de esta guerra, también es necesario el respeto por parte de las instituciones de orden internacional, a la decisión de nuestro pueblo, para que por fin nuestra amada Colombia y nuestros compatriotas puedan iniciar una vida sin temor a ser víctimas de esta guerra que nos está consumiendo.
Colombia ha estado en medio de muchas guerras, desde el momento mismo de haber sido descubierta, y aunque muchos países de nuestro Continente se han encontrado en medio de guerras desde ese entonces, es solo Colombia quien aún no logra dejar atrás ese capítulo oscuro que tanto daño ha causado, que tanta sangre ha derramado, que tanto temor nos ha dejado, y principalmente que tantas esperanzas nos arrebata día tras día, por esto, por nuestro muertos, por nuestra patria, por nuestro hijos y su legítimo derecho a la paz es necesario empezar a apostarle a este proceso de paz, a trabajar en conjunto para conseguir esa paz soñada, esa paz que se necesita para que las futuras generaciones puedan ver a Colombia desde otra perspectiva, desde un ámbito en donde el dolor y las muertes no sigan enlutando y añadiendo temor en nuestras almas.
Es por la Colombia en paz que todos añoramos que se hace necesario que cada uno de los afectados ponga su granito de arena con miras a sacar adelante este proceso de paz, es cierto que es muy difícil pero también inevitable sacrificar el dolor, perdonar las muertes absurdas y tristes de nuestros seres queridos, olvidar las masacres vividas por familias y pueblos enteros, es difícil, pero si no lo hacemos estaremos destinados a continuar en esta misma guerra a seguir sembrando terror y dolor en nuestras familias. Quedará justificado cualquier sacrificio que se haga en nombre al logro de la paz en nuestro país, sacrificios que se harán honrando a nuestras victimas y a nuestros descendientes, a quienes se les legara con los escritos y memorias que se han dejado y se seguirán dejando plasmadas en libros, escritos, cartas y que lograrán que siempre exaltemos a nuestros muertos, porque todo se puede sacrificar en nombre de la paz, menos la memoria “El pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla” (Anónimo)
Acabar con estos sesenta años de guerra interna, implica un sacrificio inmenso de muchos colombianos que perdieron a sus seres queridos, a sus padres, a sus hermanos, a sus hijos, a familias enteras; que perdieron sus propiedades, sus tierras, sus animales; que fueron desplazados, torturados, abusados. Son muchas las heridas que nos ha ido dejando este conflicto armado pero cualquier sacrificio que tengamos que hacer resultaría poco para acabar por fín con este flagelo. Tal como lo indica el ex Presidente de la Corte Constitucional, Dr. Carlos Gaviria “Hay que hacer un balance entre la paz que el país necesita y la justicia que se debe también aplicar, la justicia que se debe satisfacer; pero tenemos que acostumbrarnos a que ese par de bienes tan deseables y tan preciosos, cuando no conviven pacíficamente, necesariamente el uno tiene que ceder un poco al otro y por tanto que los procesos de justicia transicional, la justicia no se realiza tan plenamente como todos quisiéramos; pero tenemos que saber que la compensación está en que eso lo gana la paz, y que eso redunda en beneficio de la propia justicia porque en un país como Colombia que no vive en paz la justicia es muy poco fiable.
En nombre de la paz los sacrificios serán más de los que los límites de la imaginación de los colombianos promedio calculan; pero solo quienes hemos tenido que vivir sus horrores sabemos que no existe límite en lo que se pueda hacer, perdonar, olvidar, reparar; si todo eso nos lleva por fin a un país libre de guerra, es por esto que si la posición de la Corte Penal Internacional mantiene su posición radical, manifestada por la Fiscal Fatou Bensouda, a Colombia se le limita la decisión de hacer la paz y renunciar a la Corte Penal Internacional, o sacrificar a su pueblo y a sus hijos a la continuación de una guerra que no sabemos cuando acabará.
La posible denuncia del Estatuto de Roma, implica para nuestro país que muchos crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, o genocidios de los que la justicia colombiana no puedan ser no puedan encargarse, queden sin ser juzgados, pero si este proceso que por primera vez en la historia nos presenta una posibilidad cierta de alcanzar la paz, logra concretarse, se reduciría también la posibilidad que este tipo de crímenes sucedan; y sin embargo teniendo en cuenta que existe una posibilidad que este tipo de crímenes sucedan, tendría la justicia colombiana la responsabilidad de trabajar en pro de evitar la impunidad, al no contar con un tribunal subsidiario como el internacional.
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