CONSECUENCIAS QUE TENDRÍA LA VENTA DE ISAGEN

CONSECUENCIAS QUE TENDRIA LA VENTA DE ISAGEN

La decisión que tomo el gobierno de poner en venta el 57.66% de las acciones, que posee actualmente sobre la empresa de energía Isagén ha causado gran polémica entre los colombianos, quienes ven esta venta como algo absurdo y descabellado, ya que no entienden como pretender poner en subasta, como dice el columnista Mauricio Restrepo “En remate los recursos hidroenergéticos del país”, recursos que le retribuyen generosas utilidades al gobierno.

Por tal razón el pasado 8 de agosto el ex mandatario Álvaro Uribe por medio de su defensa presento una acción en la que se argumentó que con esta decisión “Se estaría lesionando el patrimonio público”, en virtud de que los recursos estaría quedando en manos de extranjeros o particulares nacionales de energía eléctrica del país, para que ellos regulen a su acomodo los precios y calidad en el servicio; además también se pone en riesgo la moralidad administrativa y la seguridad pública.

Unas de las razones que argumenta el gobierno para la venta de las acciones de Isagen es la financiación de la infraestructura vial, pero por esta venta dejara de recibir una suma de dinero bastante considerable con lo que se podría invertir mucho más en infraestructura, ya que Isagen es una empresa en constante crecimiento y que a largo plazo puede generar muchas más utilidades de las que genera actualmente; ahora, se estima vender a Isagen en 4,5 billones de pesos, no es ni siquiera la mitad de lo que se necesita para borrar el atraso vial de los últimos años, es de resaltar que para apalancar el desarrollo de los 30 proyectos de la llamada cuarta generación de concesiones (4G), se necesitan 50 billones de pesos, a largo plazo nos quedaremos sin el pan y sin el queso.

Otras de las factibles consecuencias que representaría está cuestionada, desacertada y cortoplacista decisión, es la incertidumbre en el desarrollo de presentes y futuros megaproyectos, cambio en la reglas de juego y de los compromisos adquiridos por parte de la empresa, proyectos cuya financiación se verán en vilo, pues las utilidades de ISA estaban destinados al desarrollo de los mismos y la pérdida de oportunidad de recibir divisas por la exportación de energía para el país.

Aunque son bajas las posibilidades, Germán Corredor, director del Observatorio de Energía de la Universidad Nacional, asegura que mientras el Ejecutivo asegura unos ingresos para impulsar la infraestructura, la Nación se quedará en el futuro sin un instrumento para resolver problemas en caso de presentarse una contracción económica fuerte en el largo plazo, que amenace la estabilidad de los operadores actuales y, en consecuencia, sus compromisos para abastecer la demanda de electricidad.

“Se quedará sin un back-up en caso de requerir construir una hidroeléctrica para atender una emergencia energética”.

No hay que

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