CONSTITUCIÓN DEL DOCUMENTO DEI VERBUM
Enviado por eida19 • 24 de Septiembre de 2019 • Ensayo • 954 Palabras (4 Páginas) • 116 Visitas
Alumno: EIDA VIRGINIA BAUTISTA GONZÁLEZ
Profesor: ALEJANDRO ALMAZÁN
POSTULANTADO
INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA
REPORTE DE LECTURA
CONSTITUCIÓN DEL DOCUMENTO DEI VERBUM
Este documento nace del Concilio Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII, él no pudo concluir este concilio porque falleció un año después, siendo el Papa VI su sucesor quien convocó y presidio dicho concilio hasta su clausura.
El tema del cual hace mención la encíclica es la Revelación de Dios al hombre, su naturaleza es darse por sí mismo a conocer, el misterio de su voluntad por medio de Cristo su Hijo el mediador entre los hombres y plenitud de toda la revelación.
Desde el inicio de la historia de la salvación Dios se presenta no solo con palabras sino con hechos claros de su cercanía con los hombres y es a través de nuestros primeros padres, después de su caída les alienta dándoles la esperanza de la salvación y promesa de la redención a perseverar en sus buenas obras para llegar a obtener la vida eterna.
Dios escoge a su pueblo, por medio de los profetas los va encaminando para que lo reconozcan como su Dios único, vivo y verdadero realizando un pacto con ellos, para que esperaran por el salvador prometido preparando así el camino del Evangelio.
Después de que Dios les hablo por medio de los profetas culminó su obra enviando a su Hijo Jesucristo, el Verbo hecho hombre para que por medio de Él conociéramos sus secretos más íntimos, llevando a cabo la obra de salvación que su Padre Dios le había confiado.
Por tanto, Jesucristo con su total presencia y manifestación personal, con palabras y obras, señales y milagros pero sobre todo con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos y con el envío del Espíritu de verdad, completa la revelación y confirma con el testimonio divino que vive en Dios para librarnos de las tinieblas del pecado y de la muerte para resucitarnos a la vida eterna.
Al enviar Dios a su Hijo no habrá una revelación pública más porque en Jesús, Dios se hace presente. Cuando Dios se nos presenta el hombre se confía en libertad a Él lo que llamamos fe que es una gracia que el mismo Dios nos da auxiliada por el Espíritu Santo que mueve el corazón, abre los ojos de la mente, para aceptar y creer la verdad, para que la fe se siga perfeccionando el mismo Espíritu derrama sus dones.
Dispuso Dios que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones. Por eso en Cristo en donde se consume la revelación total envía a los Apóstoles para predicarles a los hombres el Evangelio.
Hasta la fecha se sigue con fidelidad la revelación que fue anunciado a los profetas desde su inicio, el mensaje que dio a conocer Jesucristo, la enseñanza recibida a los apóstoles y que en su sucesión los obispos toman como magisterio. La Sagrada tradición y la Sagrada Escritura de ambos Testamentos son como un espejo en que la Iglesia peregrina en la tierra contempla a Dios, de quien todo lo recibe, hasta que le sea concedido el verlo cara a cara.
La compañía del Espíritu Santo en la Iglesia hace que en todas las enseñanzas en palabra y obra resuene la voz del Evangelio induciendo a los creyentes en la verdad y sea Cristo quien habite en ellos abundantemente.
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