Dei Verbum
Enviado por ykcm • 4 de Septiembre de 2011 • 575 Palabras (3 Páginas) • 773 Visitas
VIRGEN MARÍA
ORACIONES VARIAS
Canción de los ángeles. 1881.
W. A. Bouguereau
Forest Lawn Cementary
Glendale, California
Dios te salve, María.
María del sí,
para proscribir los "no"
y acoger siempre
el amor que florece.
María silencio,
silencio en semillas
para que germine en nuestra tierra
la palabra de vida.
María la hermosa,
hermosa de luz
para iluminar los rostros nublados
al sol del Hijo.
María de cada día,
para desgranar
mil instantes de la jornada
en cuentas de rosario.
María ternura,
para nuestros besos
vuelos de pájaros
hacia frentes desiertas.
María sonrisa,
para vivir en flores,
flores que los caminantes
recogen a su paso.
María de las lágrimas,
caudal de lágrimas
que riega
los corazones agostados.
María la excelsa,
la bien situada,
ruega por mí
tan mal situado.
María recuerdo,
recuerdo fiel,
acuérdate de mí cuando,
cubiertos los pies de polvo,
entre en la VIDA.
Dios te salve, María,
María madre,
María a quien amo.
Amén.
ORACIÓN A SANTA MARIA
(L. de Grandmaison)
Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño, puro y cristalino como una fuente. Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas; un corazón grande para entregarse, tierno en la compasión; un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por ningún mal. Fórmame un corazón manso y humilde, amante sin pedir retorno, gozoso al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo; un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre, que con ninguna indiferencia se canse; un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido de su amor, con herida que sólo se cure en el cielo.
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ANTE LAS TENTACIONES
Madre querida acógeme en tu regazo, cúbreme con tu manto protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos aleja de mí las trampas del enemigo, e intercede intensamente para impedir que sus astucias me hagan caer. A Ti me confío y en tu intercesión espero. Amén.
No me desampare tu amparo,
no me falte tu piedad,
no me olvide tu memoria.
Si tú, Señora, me dejas, ¿quién me sostendrá?
Si tú me olvidas, ¿quién se acordará de mí?
Si tú, que eres Estrella de la mar
y guía de los errados, no me alumbras,
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