CONTAMINACION EN BOGOTA

CONTAMINACION ATMOSFERICA EN BOGOTA

Los principales problemas ambientales de Bogotá son la contaminación atmosférica, la contaminación hídrica o del agua, el ruido o contaminación auditiva y la contaminación visual, causada por la proliferación de avisos, vallas y anuncios que afean la ciudad. Todos estos problemas están asociados a las actividades diarias que desarrollan las personas que habitan en la ciudad.

Sin embargo, en los últimos treinta años, Bogotá ha registrado un deterioro de su medio ambiente, porque se dedicó a crecer y expandir sus servicios públicos sin prever el sacrificio que representaba para sus recursos naturales. A lo anterior se suma la desaparición de tierras fértiles de la mejor calidad, las de la sabana, que en el pasado inmediato constituían fuente importante de alimentos para la ciudad y que ahora están siendo urbanizadas, sustituyéndose rápidamente la masa verde por un tapete de cemento que van extendiendo los urbanizadores.

La contaminación atmosférica ha alcanzado niveles tan altos, que ubica a la ciudad entre las más contaminadas en América Latina. La contaminación del aire en la ciudad depende principalmente de las emisiones de monóxido de carbono e hidrocarburos producidos por el parque automotor, que alcanza cerca de 800.000 vehículos, así como del sector industrial, que del total de industrias con que cuenta, unas 2.372 son susceptibles de contaminar el aire; a esto se suma la explotación de canteras que vierten arena y polvo a la atmósfera.

La contaminación atmosférica incide directamente en la salud de los bogotanos, especialmente los niños y es responsable en buena parte de las enfermedades respiratorias. En un estudio realizado por la Escuela Colombiana de Medicina, con una muestra de 248 agentes de tránsito en Bogotá, cerca del 80% reportaron enfermedades pulmonares obstructivas y asma. Entre otras alteraciones detectadas estaban las irritaciones oculares, alergias y síndrome del Sistema Nervioso Central. En conclusión la contaminación atmosférica afecta la piel, los ojos y los pulmones de los habitantes citadinos.

Algunas medidas recientemente implementadas por las administraciones distritales para disminuir la contaminación atmosférica en Bogotá, han sido las relacionadas con la disminución del número de vehículos que pueden transitar en las calles, el control de gases mediante la sincronización de los vehículos y la construcción de ciclo vías para incentivar el uso de la bicicleta como medio alternativo de transporte y la institucionalización del “día sin carro” en la ciudad y el sistema de buses articulados Transmilenio.

A pesar de las medidas implementadas no han logrado disminuir las concentraciones de contaminantes. La carencia de políticas definidas y estables de desarrollo urbano ha sido factor de retroceso. En Bogotá cada cuatro o cinco años se cambian las normas, lo cual impide definir la ciudad que se quiere.

La ciudad requiere una política ambiciosa y permanente de Educación Ambiental y Cultura Ciudadana que se consolide como propósito Distrital y que articule la dimensión ambiental en la vida ciudadana, como acción prioritaria en la capital. Que proponga hacer que los bogotanos conozcan su ciudad, se apropien de los lugares que constituyen la memoria de la ciudad, la valoren y tomen conciencia de sus problemas y se responsabilicen de sus soluciones.

Es necesario implementar un programa integral que involucre la participación de toda la sociedad y su éxito depende de las acciones de los distintos sectores de la comunidad. La gestión del aire en Bogotá debe incluir estrategias para reducir las emisiones causadas por sectores como el transporte y la industria; fortalecer las instituciones; proteger la salud pública; lograr la complementariedad entre el desarrollo urbano, el transporte y la calidad del aire y promover la participación

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