CONTRALORÍA, AUDITORÍA, TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS

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Introducción

Esta es la primera sesión del módulo 6, e iniciamos con información que en muchas ocasiones no hubiéramos creído se trata de un objeto de estudio: la corrupción.

Se trata de una peligrosa plaga materializada en acciones indebidas impulsadas por intereses de particulares, donde generalmente interviene algún filial del servicio público y trae consigo consecuencias dañinas que deterioran la economía del país, la credibilidad en los servidores públicos y la confianza que los ciudadanos depositan a sus instituciones.

Es importante poseer conocimientos sobre el tema porque entre más información tenemos sobre el fenómeno, será más sencillo buscar herramientas para combatirla y erradicarla que sean eficaces, confiables e innovadoras.

También es necesario hacernos conscientes de la problemática, conocer sus repercusiones y comenzar a consolidar nuestra propia ética como futuros servidores públicos, como profesionales de la administración, es nuestra responsabilidad la forma de actuar que de aquí en adelante vamos a adoptar, debemos buscar que sea objetiva, racional, y competente, comenzar a pensar en colectivo, en soltar buscar un interés únicamente personal.

Actividad 1.  El problema de la corrupción: una visión global.

Realiza un breve análisis del problema de la corrupción.

La corrupción es un fenómeno que consiste en la manipulación de las políticas, las instituciones y los procedimientos de colocación de recursos por los tomadores de decisiones políticas, quienes toman ventajas para conservar su poder, riqueza o estatus. (Transparency Internacional, 2016 en UnADM 2021).

Se trata de un fenómeno universal que cada vez grava más las situaciones políticas, culturales y económicas de las sociedades actuales, y pese a los intentos por contrarrestarla y disminuirla, continúa presentándose en nuevas modalidades.

Su estudio dentro de las estructuras y organizaciones gubernamentales es fundamental para que, a su vez, la búsqueda de herramientas y estrategias para disminuirla, vigilarla y castigarla sea mucho más efectiva de lo que se ha logrado hasta el momento.

Si bien es cierto que es una práctica constante dentro del andamiaje político, es preocupante que hoy en día los servidores públicos usan la información y el poder que poseen de manera discrecional para fines que se alejan del interés público. Se ha detectado que los casos de corrupción presentan cuatro componentes clave: un funcionario público que actúa para tener una ventaja; la violación de normas en el ejercicio público, factores que dañan el interés público, el beneficio a un tercero que premia al funcionario por el acceso que tiene a bienes o servicios a los que no podría acceder de otra manera.

Se trata de una problemática multifactorial, es por ello que resulta aún más complicado encontrar una sola alternativa para frenarla y erradicarla del sistema; sin embargo, los estudiosos del tema han encontrado algunas causas de origen que coinciden sin importar la región en la que se está suscitando. Dentro de ellas se enlista:

        A) Determinantes políticos, derechos fundamentales y libertades civiles.

        B) El régimen legal y judicial.

        C) Instituciones que actúan como guardianes públicos.

        D) Entorno económico, regulatorio y de finanzas públicas.

        E) Administración del sector público.

Al analizar cada uno de estos factores nos podemos percatar de las debilidades que tiene en sí mismo el sistema dentro de la Administración Pública y las instituciones gubernamentales, pero saberlo también es un foco que se debe atender para tratar de frenar la corrupción de acuerdo a cómo se ha descubierto que sucede.

Señalar las consecuencias que tiene actuar con deshonestidad y perversión a la vez nos lleva a mirar en primera instancia a los grupos sociales más desfavorecidos económicamente, ya que, si analizamos la situación en cascada por orden jerárquico, son ellos quienes reciben menos y en un mayor plazo algún beneficio de cualquier tipo.

Los efectos de la corrupción pueden clasificarse en cuatro categorías: eficiencia, distribución equitativa, incentivos y políticas. En cualquiera de estos ámbitos, los resultados debilitan los derechos, las libertades, el nivel de desarrollo y la estabilidad económica de la nación y por ende, de los ciudadanos.

Ante la evidente necesidad de exterminar este fenómeno en las naciones a nivel internacional, se han creado instituciones que trabajan fervorosamente en contra de la corrupción, e incluso llevan a cabo estudios cualitativos y cuantitativos que proveen más información para seguir encontrando herramientas más eficaces en esta contienda.

Algunas de estas instituciones son Transparency International, la Organización Mundial de Parlamentos Contra la Corrupción (GOPAC), el World Justice Project, el Banco Mundial, el Foro Económico Mundial, la Organización para la Cooperación y el Económicos, la Organización de las Naciones Unidas, entre muchas otras más. Cada una de ellas ejecuta sus propios métodos e instrumentos que les ayudan a recabar más información acerca de la materia con la finalidad de encontrar alguna otra estrategia que frene a la corrupción.

Hablar de corrupción en México, para muchos representa hablar de un aspecto ordinario dentro de nuestra cultura y sociedad y ese es el primer error. Si bien es cierto que la gravedad del asunto es preocupante, como ciudadanos normalizarla en nuestro día a día trae como consecuencia que cada vez nos mostremos desinteresados y se pierda la intensión de frenarla y por qué no, erradicarla de nuestro régimen.

De acuerdo a los resultados arrojados en las encuestas, los mexicanos cada vez tienen menos credibilidad en sus gobernantes e incluso en sus instituciones, así como menos participación en los procesos políticos y sociales, sin saber que eso a la par, merma sus derechos civiles y le pone el camino fácil a todos aquellos que son parte de las diferentes redes de corrupción que existen en cualquier ámbito.

Es importante que todos asumamos nuestras responsabilidades como ciudadanos y nos volvamos más exigentes, que acompañemos y vigilemos todos los procesos electorales, sociales, que pidamos cuentas, que utilicemos las herramientas que se ponen a nuestro alcance para inspeccionar el gasto público, que seamos más participativos y observadores, porque eso va a ayudar a mermar las posibilidades de los servidores inmorales.

Paso 2: Investiga una organización.

La organización elegida fue la Universidad Autónoma del Estado de México, máxima casa de estudios del estado de donde soy originaria.

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