CULTURA Y DEMOCRACIA REGIONAL

ANALISIS CULTURA Y DEMOCRACIA

De niño naci y me crie en un pueblito apartado en el departamento de Santander, desde que tengo uso de razón vi la interacción entre lo que en su época llamaba adultos y la política, mi padre y familia en general siempre se inmiscuían y apasionaban de tal manera que terminaban entrando en disputas con vecinos y parientes que no apoyaban los candidatos de su preferencia, coros, propaganda y todo tipo de instrumentos ruidosos eran utilizados por mi padre y sus amigos para hacer sentir a los demás que su candidato seria el vencedor y de esta manera atemorizarlos con una de las frases de mayor impacto que hay entre el común de la población votante, capaz de cambiar en segundos la voluntad, principios e ideales de cualquier persona o grupo “Se va a Quemar” y a esta le seguía “compre pomada”. Llegado el día de elecciones el apasionamiento y el bullicio era infernal solo a la espera de las estadísticas y el veredicto final, no importaba si el candidato había sido amigo o había sido desconocido hasta ahora, pero en caso de perder irían hasta su casa a darle su apoyo al político y su familia y después se escondían un par de meses, o por el contrario si se lograba la victoria se estallaba en jubilo, brindis y trago, aparte del escarnio público que le propinaban a los votantes del contendor derrotado; toda esta barbarie llamada democracia y política terminaron siempre con el mismo desenlace y al cabo de unos meses yo terminaría escuchando la misma frase que escuche cada tres años “Por que vote por ese desgraciado, no ha hecho nada por el pueblo, ya se olvido de mi y ni me saluda” “EN LA VIDA VUELVO A METERME EN POLITIQUERIA”, y era entonces cuando pareciera ser mas honroso haber perdido que haber ganado; Pero al cabo de tres años una vez se reiniciaban elecciones, para sorpresa mía vi como se reescribía la misma novela una y otra vez, de nuevo se subirían al rin dos nuevos contendientes y las personas caerían en el mismo circulo vicioso como si se perdiera la memoria, como si se sufriera de amnesia o simplemente se fingiera demencia.

Hoy en día resido en la Sabana de Bogotá a solo media hora de la capital y la historia no es diferente, a pesar de ser otra región y personas con diferentes costumbres su “Cultura Política” no es diferente, no sé si como legado de nuestros antepasados o como producto de nuestra misma indiferencia; las personas se encarrilan con partidos políticos y se postulan a los cargos de elección popular, sin ningún tipo de ideal mas allá de servir a los intereses de políticos de avanzada trayectoria e intereses propios de lucrarse, sin pensar jamás que en sus manos podría estar el comienzo del cambio y el comienzo de una real democracia proyectada a favorecer al pueblo, y el mismo pueblo de manera indiferente una y otra vez caen en la misma mentira; hoy en día y a través de las últimas décadas por no decir

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