Caer en la escuela pública: un enfoque sociocultural sobre las problemáticas de fracaso escolar en poblaciones vulnerables. Introducción
Estefania ToldraEnsayo22 de Mayo de 2018
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Caer en la escuela pública: un enfoque sociocultural sobre las problemáticas de fracaso escolar en poblaciones vulnerables.
Autor: Estefanía Toldra
Introducción
Quienes trabajamos en educación, en el sistema público y con poblaciones definidas como vulnerables, hemos sido testigos y actores partícipes de la implementación de dispositivos, programas, o intervenciones específicas, que, siguiendo las sugerencias de alguna teoría en psicología educacional vigente en una época determinada, han sido implementados sin mayores cuestionamientos. El objetivo principal fue apalear, compensar, reducir y pocas veces prevenir el fracaso escolar y la deserción de alumnos y alumnas, sobre todo de sectores vulnerables, o como lo explica Duschasky, jóvenes en situaciones de expulsión social (Duschatzky & Corea, 2009).
En el breve párrafo precedente, se pueden evidenciar algunos problemas que serán tratados como objeto de este trabajo.
En primer lugar, se hace referencia al sistema educativo de gestión pública porque es aquél al que acceden mayormente los jóvenes en situaciones de expulsión social y quienes, no casualmente, son los que presentan mayor riesgo de fracasar en la escuela, abandonarla o terminar el primario sin la garantía de aprendizajes que esta promete. Como dijese un presidente: "una terrible inequidad, de aquel que puede ir a la escuela privada versus aquel que tiene que caer en la escuela pública" M. M. (Diario El País, 2017)
En segundo lugar, frente a esta problemática, las políticas educativas se sustentan en determinados enfoques psicoeducativos, en búsqueda de recetas para afrontar la crisis de la educación o ¿la crisis de educabilidad?; que dependiendo del paradigma vigente va a recaer o sobre el alumno, o sobre la didáctica, o sobre los docentes, pero rara vez, desde un enfoque sociocultural; lo cual pretende este trabajo.
Se propondrá una mirada crítica sobre las políticas educativas que intentan, a capa y a espada, defender la “inclusión de la diversidad” a partir de un enfoque sociocultural. Se hará especial
foco en las problemáticas de abandono y fracaso escolar de las poblaciones en situaciones de expulsión-exclusión social, sobre todo en aquellas cuestiones que atañen al desarrollo y al aprendizaje desde un enfoque vygotskiano, es decir, el aprendizaje como precursor del desarrollo. Este se inscribe en las prácticas culturales mediante la transmisión y apropiación de símbolos y herramientas como actividad sociocultural.
Los Enfoques Socioculturales y la Teoría Socio-histórica de Lév Vygotsky
Al hablar de enfoques socioculturales, es necesario hacer una referencia al problema del conocimiento. En la intención de las ciencias por buscar la explicación a cómo conocemos y aprendemos, se han desarrollado diversas teorías que versan desde un posicionamiento centrado en el individuo, y que hablan de adquisición de determinados saberes, hasta aquellas que conciben un paradigma más complejo, buscando evitar los reduccionismos y la escisión entre sujeto-contexto-historia. Es en esta línea, donde los enfoques culturales se desarrollan a la luz de los aportes de la teoría socio-histórica que, a diferencia de las primeras, postula que todo aprendizaje es producto de una construcción que se da en interacción con un otro, en el entramado social, histórico y cultural. Por lo tanto, el primer posicionamiento que caracterizaría a los enfoques socioculturales, es la concepción de una formación social de la mente (Daniels, 2001. pág, 104)
Según Wertsch (1995, en Daniels, 2001), el objetivo de un enfoque sociocultural, es explicar las relaciones entre la acción humana, por un lado, en la que se considera también la acción mental, y mediada por elementos culturales; a la vez que intenta explicar las situaciones donde transcurre esa acción, ya sean culturales, institucionales o históricas dado que son portadoras de esos elementos mediatizadores. Esto es así, porque para este autor, la acción mental reproduciría los contextos sociales, culturales e históricos (p, 116).
Wertsch utiliza el concepto de medios mediadores, comparable con la noción de instrumento de mediación en Vygotsky, dado que ambos hacen referencia a la actividad instrumental habilitada por instrumentos-medios culturalmente construidos y compartidos que dan lugar, no solo al desarrollo, sino a una transformación de esas acciones, el dominio y la apropiación
de esos mismos instrumentos. El ejemplo más significativo, tanto en Wertsch como en Vykotsky, es el caso del lenguaje.
Antes de avanzar sobre cuestiones educativas, es necesario exponer, a raíz de esta teoría, los conceptos de interiorización y Procesos Psicológicos Superiores.
Para Vygotsky, los procesos de interiorización, son procesos de operaciones psicológicas, que se constituyen en la vida social, reorganizan la actividad psicológica del sujeto a medida que participa de la actividad social y cultual. Un ejemplo, son las formas culturales de conducta, las cuales se constituyen en un principio en la vida social, y es mediante la participación en esta, que los agentes se apropian de los medios e instrumentos que ayudan a reorganizar la vida psicológica colaborando en la autorregulación de la conducta.
Esta es la llamada “Ley de doble formación”[1], en la que la interiorización refiere siempre a la reorganización interior de una operación psicológica puesta en juego en el medio social, y, por lo tanto, ligada a la línea cultural del desarrollo (Baquero, 1996, p. 45).
Los Procesos Psicológicos Superiores(PPS), son aquellos que se desarrollan producto de la línea cultural[2]. Se originan cuando el sujeto participa de las actividades culturales, por lo tanto son un producto social y su desarrollo está intimamente ligado a la interiorización, porque en esa participación activa, en la que intervinen los instrumentos de mediación, el sujeto se va apropiando y va construyendo su actividad psicológica apuntando a un desarrollo de sus funciones psicológicas, a la concientización y autorregulación de su conducta.
Mientras que la característica fundamental de los PPS, es que se originan en la vida social, Vygotsky, va a establecer una diferenciación entre ellos, teniendo en cuenta no sólo aspectos cualitativos, sino también contextuales. Así, los PPS, pueden clasificarse en rudimentarios o avanzados en función de su variación en la linea cultural del desarrollo, o, lo que equivale a decir, que hay procesos psicológicos, que sólo se desarrollarán en contextos específicos, artificialmente creados, como es el caso de la escolarización.
En otras palabras, un PPS rudimentario, se desarrolla en situación de interacción social, y da como resultado, la reorganización psicológica, como sucede con la adquisión del lenguaje. Un PPS avanzado, se desarrolla en un contexto social específico y contribuye al desarrollo de formas de pensamiento diferentes, por ejemplo, la capacidad de descontextualizar ciertos instrumentos culturales en el seno de su transmisión, la capacidad de controlar conscientemente la actividad mental durante una tarea en un contexto específico como puede
ser el escolar, tal es el caso de las formas de pensamiento que requiere comprender un texto, escribir, o resolver un problema matemático y es el mayor problema al que se enfrenta la escuela en su afán de impartir saberes hegemónicamente preestablecidos, construídos y valorados social y culturalmente.
Hasta aquí tenemos que, a grandes rasgos, los Enfoques Socioculturales conciben a la producción y construcción de conocimiento como producto de las prácticas sociales, lo cual permite una concepción dinámica y compleja evitando reduccionismos.
Que los aportes de Vygotsky sobre el desarrollo y el aprendizaje ponen el acento en la actividad instrumental mediada como posibilidad del desarrarrollo, al mismo tiempo que pondera al aprendizaje como el precursor de formas distintivas de pensamiento que nos caracterizan como seres humanos, y que se deben, sobre todo a una linea cultural. Por último, se propuso que los contextos de escolarización promueven PPS, que historicamente han sido sobrevalorados, pre establecidos hegemónicamente y a los que, lamentablemente, muchos no acceden.
De esto último se desprenden dos cuestiones. Por un lado la relación que se establece entre la escolarización y los abordajes psicoeducativos, o de cómo aborda la psicología cuestiones de la educación que no pueden desligarse de un aspecto político, porque como sostenía Paulo Freire (1990), “…la educación (…) es un acto político (…) la educación consiste en una serie de teorías llevadas a la práctica…” (p, 184;185). Y por otro lado, la problemática del fracaso y el abandono escolar que toca a los sectores más vulnerables de nuestra población y de cómo esto puede problematizarse desde un abordaje sociocultural a la luz de la teoría de Vygotsky.
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